Una mujer disparó a un bebé de un año en una brutal venganza vecinal
Celina García baleó a un grupo de personas tras acusarles de incendiar la casa de su madre, hiriendo de gravedad a un bebé. El niño fue operado con éxito, pero su estado sigue siendo delicado.
El pasado domingo por la noche, un conflicto vecinal en el barrio Ardoy, en San Fernando, casi se transforma en tragedia cuando una mujer, identificada como Celina García, desató una balacera que dejó herido a un bebé de un año y dos meses. Según los primeros testimonios, la disputa estalló luego de que la agresora acusara a los vecinos de haber incendiado la casa de su madre días atrás. Como venganza, García, junto a su hermano y otro hombre, irrumpió en la esquina de Málaga y Arenales, donde comenzó a disparar indiscriminadamente contra un grupo de personas.
Entre los presentes se encontraba Jonathan Bravo, de 27 años, quien tenía en brazos a su hijo, el pequeño Oliver Ezequiel. Uno de los disparos impactó en el abdomen del niño, quien fue trasladado de urgencia al Hospital Garrahan, donde fue sometido a una cirugía exitosa. Sin embargo, su estado sigue siendo delicado y reservado, con la posibilidad de una nueva intervención en las próximas horas. Bravo, por su parte, también resultó herido de bala en uno de sus brazos, pero su vida no corre peligro.
Los vecinos del barrio no tardaron en reaccionar ante la violencia desatada por García. “Esta mujer siempre anda armada y todos le tienen miedo. A los tiros casi todos los fines de semana”, relató una vecina, quien pidió permanecer en el anonimato. Según el testimonio de otros residentes, el ataque con armas de fuego fue tan violento que, en el momento de la balacera, había al menos diez niños jugando en la vereda.
La policía bonaerense, que llegó al lugar luego de los hechos, detuvo a García y continúa la búsqueda de su hermano, quien permanece prófugo. La agresora, que cuenta con un extenso prontuario policial por robo calificado y otros delitos, quedó detenida y fue imputada por abuso de armas y lesiones graves. Mientras tanto, un grupo de vecinos, enfurecido, volvió a prender fuego la casilla de la familia García, a modo de represalia por la brutal agresión.
La fiscalía de San Fernando tomó intervención en el caso, y la comunidad, golpeada por el violento episodio, exige respuestas. La tía del pequeño herido, Vanesa, resumió el sentimiento de muchos: "Estamos cansados de vivir con miedo. Este barrio era tranquilo hasta que llegaron ellos".


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