Leonardo Sbaraglia recordó sus días de filmación en La Carolina

Leonardo Sbaraglia recordó la filmación de “El hombre que amaba los platos voladores” y alabó a La Carolina, el pueblo donde se rodó. “Es un lugar hermoso…no saben lo que es, es patrimonio de la humanidad”, dijo en “Nadie nos para”, el programa que conduce Beto Casella por Rock and pop.

El actor habló de su carrera, el desafío de interpretar personajes históricos y su infancia, aunque el tema central fue la película que se estrenó hace una semana en Netflix y se mantiene entre las más vistas de la plataforma. 

“Tenemos lugares increíbles en el país. Nosotros filmamos en el desierto de Nihuil en Mendoza y en La Carolina, un pueblo de 150 habitantes que es considerado de los más lindos del mundo”, señaló el actor. 

Como no se puede filmar en el cerro Uritorco, el lugar donde suceden los hechos narrados  en la película, el director Diego Lerman eligió La Carolina. Sbaraglia, quien en la película interpretó al periodista José de Zer, especializado en temas paranormales, recordó que todos los pobladores de la zona fueron parte como extras de la filmación.

“Además, -dijo- me contaron muchas cosas que iban improvisando y que quedaron en la película, como las entrevistas que se ven. Yo, en el papel de De Zer, les hacía preguntas y ellos me contaban sus propias experiencias con los platos voladores o cosas que habían escuchado de sus antepasados”.

En tono de broma, el actor señaló que en base a los relatos escuchados en un momento le dio la impresión que la Nasa “había mandado un plato volador que se llevó todo el agua de San Luis”.

Durante la charla, Sbaraglia habló sobre el arduo proceso de representar a figuras reales como Carlos Menem y José de Zer. “Interpretar a un expresidente, con todo lo que eso implica, fue de los desafíos más grandes de mi vida”, comentó sobre su papel como Menem en una serie que se estrenará próximamente. Asimismo, reconoció que interpretar personajes tan influyentes y conocidos puede ser "muy seductor" y que le fue difícil desprenderse de ese rol para sumergirse en el personaje de José de Zer.