Liberaron al detenido por herir a Quevedo, pero ahora lo acusan de golpear a otro joven
La fiscal comprobó que no fue Dylan Vera el que lesionó gravemente a Agustín Quevedo. Pero sí demostró que le dio un botellazo a otro chico, le pegó trompadas y patadas. La víctima no puede casi caminar.
Tras cuatro días de encierro en una comisaría de Villa Mercedes, Dylan Vera Zárate, el único detenido hasta el momento por golpear salvajemente a Agustín Quevedo a la salida del boliche Espacio Mitre, recuperó la libertad. Pero sus problemas con la Justicia continúan. La fiscal instructora Daniela Torres retiró el cargo que había formulado en su contra por atacar a Quevedo, porque comprobó que no fue él quien lo había pegado. No obstante lo imputó por otro delito, por haber atacado a otro joven en medio de la agresión que se generó fuera del local bailable.
En la audiencia de este jueves, presidida por la jueza Mirta Ucelay, la representante del Ministerio Fiscal le retiró a Vera la imputación por "Lesiones graves" en perjuicio de Quevedo, de 17 años, y formuló un nuevo cargo por un delito menos gravoso, "Lesiones leves" en perjuicio de Dylan Gutiérrez Lucero, de 19 años.
Las pruebas que determinaron este cambio en la acusación surgieron a partir de una serie de testimonios recabados el miércoles y la reciente incorporación de un video de una cámara que registró la agresión. Torres ratificó que lo que terminó en el feroz ataque tuvo tres tiempos: un origen en el interior del boliche, la expulsión de los agresores del local y la revancha que se tomaron afuera en la que, entre otros, resultaron heridos Quevedo y su hermano.
"En el lugar donde se produce la trifulca aparece otra persona que tiene la misma tez que Vera", explicó la fiscal sobre el nuevo dato que surgió respecto al verdadero agresor del adolescente. No obstante aclaró que, pese al hecho de que el hall de Espacio Mitre no cuenta con mucha iluminación y los amigos de Quevedo no pudieron identificar al atacante del chico, esos testigos sí pudieron confirmar que no se trataba de Vera.
Al tiempo que esos testimonios desencriminaban al único imputado, salieron a la luz otros elementos que prueban que sí golpeó a alguien en esa pelea, Gutiérrez Lucero. La víctima se presentó en la Fiscalía para contar lo que le hizo el otro joven. Torres señaló que el damnificado apenas podía subir y bajar las escaleras por las lesiones que tenía en las piernas.
Refirió que a ese chico le partieron una botella en la cabeza, cerca de la frente. Le pegaron trompadas y, cuando estaba en el suelo, lo patearon varias veces. Todo quedó registrado en la filmación.
La fiscal dijo que ya están identificados los agresores. De hecho el miércoles les allanaron los domicilios, pero no los encontraron. El domingo la Policía había ido hasta la casa de uno de los sospechosos, uno que tiene 17 años, pero tampoco lo halló. Presumen que se saben identificados y están escapando.
Hacia el final de la audiencia, Torres no solicitó la prisión preventiva de Vera Zárate, pero sí requirió que una vez a la semana vaya a tribunales a firmar un libro que dé cuenta de su presencia, durante cuatro meses, y que entregue su celular para pericias. Explicó que, de manera puntual, le interesa analizar las comunicaciones que mantuvo entre el 27 y el 30 de octubre, haciendo especial hincapié en su red social Instagram, donde "se compartió un video".
En ese punto la defensora oficial Cecilia Mithiaux aclaró que Vera Zárate no tiene teléfono, pero el imputado estaba dispuesto a facilitarle a la fiscal su nombre de usuario en Instagram. Finalizada la audiencia, recuperó la libertad.
Más heridos
La agresión del domingo tuvo al menos cuatro víctimas, le dijo Torres a El Diario. Agustín Quevedo, su hermano Maximiliano, Gutiérrez Lucero y un menor de edad, al que no solo golpearon sino que también le robaron. Pácticamente lo desnudaron: le llevaron las zapatillas, la ropa y su celular.
Maximiliano, de 19 años, por su lado, sufrió un corte en el dedo de una mano y una puñalada en la parte superior de la pierna derecha, bajo el muslo.
Su hermano, quién sufrió un grave traumatismo de cráneo por un botellazo, todavía no logra superar la terapia intensiva. Los médicos informaron en su último parte que le retiraron el drenaje, pero continúa entubado y hay presión intracraneal. Por eso aún no puede siquiera abrir los ojos. Los especialistas verán mañana, jueves, cómo responde a la medicación.


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