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Afirman que no hay pruebas contra un acusado de asesinar a su madre

La defensora de Walter Velázquez sostiene que el fiscal no investigó y solo presentó testigos que no vieron nada.

Por redacción
| 05 de octubre de 2024
29 de enero. Velázquez, esposado en el lugar que compartía con su madre. Foto: gentileza.

Walter Javier Velázquez está detenido desde el 29 de enero pasado, cuando asesinaron a su madre Marta Magallán, en el departamento del barrio 960 Viviendas de Villa Mercedes, donde convivían. De inmediato, él se convirtió en el único sospechoso del homicidio. La Policía no tuvo ni que buscarlo porque el joven estaba allí, a escasos metros del cadáver de la mujer, y tampoco se resistió a la detención. En lo que queda del año, podría ser juzgado por un tribunal que determinará si le cabe la acusación que le formuló el fiscal José Olguín y, si es así, si lo condenarán a prisión perpetua. Antes de que eso suceda, su representante, la defensora oficial Cecilia Mithiaux, dejó en claro que no hay pruebas para sostener semejante acusación.

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Walter Javier Velázquez está detenido desde el 29 de enero pasado, cuando asesinaron a su madre Marta Magallán, en el departamento del barrio 960 Viviendas de Villa Mercedes, donde convivían. De inmediato, él se convirtió en el único sospechoso del homicidio. La Policía no tuvo ni que buscarlo porque el joven estaba allí, a escasos metros del cadáver de la mujer, y tampoco se resistió a la detención. En lo que queda del año, podría ser juzgado por un tribunal que determinará si le cabe la acusación que le formuló el fiscal José Olguín y, si es así, si lo condenarán a prisión perpetua. Antes de que eso suceda, su representante, la defensora oficial Cecilia Mithiaux, dejó en claro que no hay pruebas para sostener semejante acusación.

 

Señaló que, en los siete meses posteriores al crimen, el fiscal no buscó evidencia, no tuvo en cuenta otras hipótesis, no indagó a una tercera persona que estaba en el departamento, ni siquiera habló con la familia de la víctima y en lo único que se respalda es en una pericia genética que tal vez esté contaminada.

 

En definitiva, sostiene que la investigación está mal hecha porque Olguín ni se dedicó a ella. En el único elemento probatorio que se apoya la fiscalía, precisó la letrada, es en una pericia de ADN que ella ya solicitó que fuera anulada, para que no sea tenida en cuenta durante el juicio.

 

La letrada planteó que la cadena de custodia para preservar esa prueba y asegurar la transparencia del proceso no fue respetada, porque no tiene la planilla en la que dejan registro de los "lugares y las manos por las que pasó", por ejemplo, cuando la tuvo personal policial, la forense o los peritos. "Creemos que esos recaudos legales no se respetaron, por eso pedimos que se anule, porque no tenemos la garantía de que se trate de la misma prueba", explicó.

 

La defensora oficial recordó, además, que para producirlo el fiscal instructor estuvo siete largos meses, cuando tranquilamente pudo efectuarla en 15 días. Mithiaux resaltó que la muestra de ADN fue extraída por la forense el mismo día que hizo la autopsia de la víctima, es decir, el 29 de enero.

 

No obstante, Olguín dilató el proceso y hasta llegó a pedir la extensión de la prisión preventiva de Velázquez con el argumento de que no podían avanzar en las averiguaciones porque no contaban con dicha muestra, para realizar un análisis genético que corroborara la presencia de rastros del acusado, por ejemplo, en las uñas de la mujer asesinada. "Dijo que tuvieron solo 30 días para hacer esa prueba, pero no es así, tuvieron siete meses, porque la muestra la tienen desde el día del hecho", remarcó la letrada.

 

La demora en la realización de esa pericia no fue menor porque implicó que la fiscalía solicitara la extensión del encarcelamiento preventivo del joven el 26 de mayo por dos meses más y cuando ese plazo se venció, por otros 30 días. Pero cuando esa última prórroga también se cumplió, el 22 de agosto pasado, Olguín no requirió una nueva extensión de la prisión preventiva y, entonces, Velázquez recuperó la libertad. Su liberación causó un gran malestar en Villa Mercedes, porque en la comunidad, con base en la acusación hecha por el fiscal, ya estaba instalada la idea de que el hombre había asesinado a su madre.

 

"A causa de todo este circo que se armó en relación con su liberación, no puede estar en ningún lado. Cuando lo liberaron, tenía que estar parando en un lugar donde le cobraban 25 mil pesos por día, porque hubo un malestar enorme de parte de su familia y de los vecinos", comentó. Indicó que, recién ahí, cuando los parientes de la víctima fueron a hablar con Olguín para solicitarle que, por favor, encarcelara nuevamente a Velázquez, el fiscal instructor se entrevistó con los familiares de Magallán porque antes "ni había hablado con ellos".

 

Aseguró que los únicos testimonios con los que cuenta para sostener su acusación de "Homicidio agravado por el vínculo" son los del personal policial, dos vecinas de la mujer, la sobrina que halló su cadáver y un cuñado, y ninguno de ellos "vio nada". "Tiene a la vecina que no vio nada, al cuñado que llegó después del suceso, quien tampoco vio nada, y la hermana, quien también llegó después. Es decir, tiene gente que no vio nada en relación con el hecho", manifestó. Señaló que en lo poco que se apoya el fiscal es en la declaración de la sobrina que, después de ver el cuerpo de Magallán, vio a Velázquez sentado en su cama, sin decir una palabra, ni siquiera cuando ella le reprochó lo que había hecho con su madre.

 

"Eso, a su vez, se contradice con la teoría de la fiscalía, que dice que él era violento. No es así, porque cuando lo acusaron, él no emitió palabra ni tampoco reaccionó cuando los vecinos lo quisieron linchar cuando lo retiraron de ahí detenido", dijo. En ese punto, Mithiaux recordó que Olguín ni siquiera se tomó la molestia de volver a hablar con la sobrina de Magallán, para ahondar sobre una tercera persona, un desconocido, que la testigo vio salir cuando estaba por entrar al departamento, segundos antes de toparse con el cadáver.

 

La defensora indicó, por otro lado, que el fiscal instructor tampoco solicitó la biopsia que la forense Alba Pereyra le sugirió hacer para confirmar por qué se fracturó el hueso hioides de Magallán. En su acusación, Olguín había dicho que se quebró a causa de la fuerza que hizo el imputado cuando la ahorcó con sus manos, contra el piso u otra superficie plana. "Ese hueso se pudo haber roto en el traslado del cuerpo o en la autopsia misma, porque es superfrágil", explicó la defensora oficial.

 

Mithiaux remarcó que la acusación con la que fue elevada a juicio esta causa no tiene sustento y su prueba es efímera, a tal punto que contiene testimonios de vecinos de la víctima que hablaban de la buena relación que tenían el acusado y su madre. Fue entonces cuando la letrada recordó que esta no es la primera vez que representa a Velázquez, sino que ya lo defendió el año pasado por una causa de asalto.

 

Relató que, en las audiencias y reuniones que tuvo con el hombre, ella fue testigo de que en todas él siempre llegó acompañado por su madre. "Sé sobre el vínculo estrecho que tenían y por eso, cuando me dijeron que supuestamente él la había matado, no lo podía creer", manifestó. Reveló que el joven aún está en shock y no dimensiona ni toma percepción de que lo acusan de asesinar a su propia madre. "La evidencia que presentan no es suficiente para determinar que él la mató", recalcó su defensora.

 

Walter Javier Velázquez está detenido desde el 29 de enero pasado, cuando asesinaron a su madre Marta Magallán, en el departamento del barrio 960 Viviendas de Villa Mercedes, donde convivían. De inmediato, él se convirtió en el único sospechoso del homicidio. La Policía no tuvo ni que buscarlo porque el joven estaba allí, a escasos metros del cadáver de la mujer, y tampoco se resistió a la detención. En lo que queda del año, podría ser juzgado por un tribunal que determinará si le cabe la acusación que le formuló el fiscal José Olguín y, si es así, si lo condenarán a prisión perpetua. Antes de que eso suceda, su representante, la defensora oficial Cecilia Mithiaux, dejó en claro que no hay pruebas para sostener semejante acusación.

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