Preocupa el aumento de la obesidad y el sobrepeso
El escenario plantea desafíos complejos. La situación socioeconómica influye directamente.
La realidad sanitaria de cara a la obesidad y el sobrepeso preocupa. Si bien no hay estadísticas oficiales, en los hechos se trata de una tendencia que va en aumento. Así lo reflejan los consultorios, tanto en el orden nacional como provincial. Pensar en prevención y en medidas directas implica un desafío complejo.
"La realidad es que sigue en aumento. No tenemos números concretos, pero sabemos que hay situación de pobreza y falta de accesibilidad a los alimentos. Va en incremento porque la gente toma las decisiones de compra que puede y están vinculadas a alimentos que brindan mayor saciedad y que no apuntan a la parte nutritiva. Conocemos también que se están suprimiendo comidas en el día, que no se llega a tener las cuatro comidas. Hablamos de sobrepeso, obesidad y malnutrición", apuntó la licenciada en Nutrición y vicepresidenta de la Federación Argentina de Graduados en Nutrición, Celeste Malavasi.
De acuerdo con lo que explicó, con la implementación de la Ley de Etiquetado se pudieron visualizar los alimentos que no son tan saludables en función de los sellos negros. Pero, al mismo tiempo, la normativa es más amplia. Tiene una parte de protección infantil ligada a los entornos escolares saludables y a la estructura alimentaria de los comedores escolares para apoyar la salud de las infancias. Algo vital en torno a la salud. Había incluso un marco normativo que debía acompañar la venta de productos dentro de las escuelas. Pero la realidad es que en las instituciones escolares se están vendiendo artículos como bebidas azucaradas y productos de exceso en azúcares y en grasas, ultraprocesados.
"En la línea de acción de consultorio abordo patologías en pediatría que son varias, pero en lo que es sobrepeso y obesidad infantil se trata de un 80% de los pacientes, mientras que en adultos la cifra es muy parecida. Eso desde lo privado. Pero la gente, por falta de dinero, ha dejado de consultar por la parte alimentaria. Deja de ser una urgencia porque no tiene tanta accesibilidad como antes. Ahora no vamos a ver una foto tan dura, la veremos dentro de unos años. Dejó de ser prioridad la consulta de cambios de hábitos", lamentó.
Al mismo tiempo, aconsejó que frente a la falta de accesibilidad, es prioritario lo que tiene que ver con la compra de productos a granel para producir en casa. De igual modo, una minihuerta en el hogar puede ser una alternativa clave. La idea es evitar rellenar las comidas con carbohidratos, es decir, harinas, fideos y panificados, entre otros. Un aspecto fundamental es priorizar el consumo de agua frente a las bebidas azucaradas.
"Tenemos que pensar en líneas generales en políticas que acompañen la situación de las personas. Trabajar comunitariamente para empezar a tener estas iniciativas más locales, más familiares (como las huertas), para amortizar la compra y el consumo de algunos productos", dijo.
"Debemos trabajar con nuestras infancias, que son nuestro futuro pueblo adulto, que son nuestras generaciones futuras, que tienen que estar sanas. Estamos viendo complicaciones a nivel infantojuvenil de patologías de adultos y las seguimos viendo en aumento. Y el abordaje tiene un costo económico para la salud altísimo. Porque es una medicación que comienza a tomarse a los 15 o 16 años. Se complejiza la salud pública desde todos los aspectos. Lo que se avecina es muy complejo. No es solo obesidad, sino mal nutrición", concluyó.
Redacción.


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