No quieren que el "denunciador serial" rinda cuenta

Cuando Natalia Zabala Chacur fue jefa de gabinete del gobierno provincial fue sometida a una maratónica interpelación solicitada por el bloque de diputados poggistas, de la UCR y de Mercedinos por el Cambio. Ahora, que esta coalición es gobierno esa vocación por darle la oportunidad a que los funcionarios se expresen y rindan cuentas de sus actos, la han perdido completamente. Ya no solo cajonean los pedidos de informes que presenta el Frente Unidad Justicialista, sino que tampoco permiten que los ministros y secretarios del gobernador Claudio Poggi sean interpelados. Este miércoles, junto a los pedidos de informe sobre la caótica situación sanitaria, también fue denegado un planteo para que el secretario de Ética Pública y Control de Gestión, Ricardo André Bazla, explique situaciones polémicas y controvertidas que salpican al Ejecutivo provincial.

Uno de los temas en los que se espera que se pronuncie Bazla es la denuncia por presunto enriquecimiento ilícito contra el gobernador Poggi, causa que parece paralizada en la Justicia Federal.

De igual modo, sobre el escándalo por supuestas irregularidades administrativas en la Zona de Actividades Logísticas, que derivó en el despido del secretario Harold Bridger.

Al fundamentar el pedido de interpelación, el diputado Federico Berardo apuntó claramente a la doble vara que utiliza Bazla, que “se cree dueño de la moral”.

Entre otros conceptos señaló:

-Entre las funciones asignadas a Bazla se puede mencionar que debe “procurar la vigencia de valores y principios elementales para un buen gobierno, en especial la honestidad, austeridad, diligencia, rectitud y el bien común en el ejercicio de la función pública”. También se menciona que debe “generar una cultura de la transparencia mediante el cumplimiento de las obligaciones de cada funcionario, como fase previa al ejercicio sancionatorio”.

-"En este sentido, resulta necesario aclarar que el problema no radica en lo que hace el doctor Bazla: el problema radica en lo que NO hace Ricardo Bazla.

Más puntualmente: el problema radica en que, frente a acciones idénticas, el doctor Bazla actúa de manera totalmente opuesta dependiendo de quién o quiénes sean los protagonistas de la historia.

Solo por citar un ejemplo: todos hemos sido testigos, a través de los medios de comunicación, de la indignación del doctor Bazla ante la publicación de una foto y un supuesto video de funcionarias del Poder Judicial. Sin entrar en el debate de que si lo que hicieron estas funcionarias estuvo bien o mal, sí resulta necesario preguntarse: ¿por qué el doctor Ricardo Bazla no se indignó de igual manera ante la fiesta de despedida (en horario laboral) que le organizaron al exsecretario de Deporte (Gabriel Rivero)?. Tampoco lo hizo con la fiesta de despedida del exencargado de Recursos Humanos de la provincia (Mario Juárez), que incluyó a personas disfrazadas. ¿No es indignante acaso que una banda de música toque en una fiesta en la Penitenciaria provincial y que luego de hacerlo se saque fotos con los chalecos y las armas de los agentes?".