Marcharon para exigir justicia y rechazar el beneficio a un profesor acusado de abuso

Familiares, amigos y vecinos de una niña de 9 años, junto con otros allegados de víctimas de abuso, marcharon esta noche en la ciudad de Villa Mercedes para exigir justicia y pedir que se revoque la decisión de la jueza Sandra Ehrlich, integrante del Colegio de Jueces de aquella ciudad, quien otorgó la prisión domiciliaria sin custodia ni pulsera electrónica al acusado, un profesor de básquet.

La movilización comenzó a las 20 en la plaza Pedernera, y el recorrido se extendió por varias calles céntricas, pasando por la escuela Mariano Moreno, donde asiste la niña. Los manifestantes caminaron por Lavalle hacia el norte, luego doblaron en Salta, recorrieron una cuadra más y regresaron a la plaza.

José, el padre de la niña, expresó su indignación: “Marchamos para pedir justicia, para que un juez con los pantalones bien puestos devuelva a esta persona a la cárcel y se realice un juicio inmediato. Él ya se declaró culpable. Sacamos a nuestra hija de la provincia para protegerla de todo esto. No queremos que esta situación se siga postergando.”

Una vez en la plaza, los manifestantes consideraron dirigirse hacia la vivienda del acusado, ubicada a pocas cuadras, en Lavalle y Zoilo Concha. José, acompañado de otros padres, no ocultó su enojo por la decisión judicial, mientras que el abogado del caso, al no haber sido notificado, presentó una apelación el lunes, cuestionando la resolución de la jueza.

Hace tres años, ya se habían manifestado frente a la casa del acusado, pero esta vez, la comunidad decidió reforzar su mensaje, cansada de la “procrastinación” de la justicia y temerosa de que el imputado pueda huir o eludir la ley. “Los niños no se tocan”, vociferaron en la puerta de la vivienda del hombre de 60 años.

Además golpearon una de las aberturas y al grito de "Figueroa violín" exigieron que el hombre salga y "de la cara". La madre de la víctima, presa del dolor y la impotencia empezó a los gritos: "Lo volvieron a dejar libre. Que tenga cuidado Villa Mercedes porque lo volvieron a dejar libre y está acá, a dos cuadras del Poder Judicial".

José agradeció, en medio del llanto, el apoyo de la gente y los medios por el acompañamiento. "A este tipo hay que enjuiciarlo mañana. Dura tres minutos el juicio y lo condenan. Hay que bajar el martillo nomás, si es un violador confeso".