El insólito debut de los váuchers

El agasajo que organiza el gobierno provincial por el Día del Empleado Público (4 de diciembre) se ha convertido en una tradición. Es un momento muy esperado por todos  los servidores públicos debido a que en cada encuentro se genera un ámbito de camaradería, de recordación de anécdotas y experiencias. Es decir que comparten con sus compañeros un lindo e inolvidable momento y de esparcimiento. Este año, el festejo está previsto para el 3 de diciembre a la noche en los boxes de Potrero de los Funes. La convocatoria indica que cada trabajador, para poder participar tiene que inscribirse en el “Portal de Agentes”. Y, el 3 de diciembre en la mañana, a cada uno de los inscriptos, en mesa de entradas del Ministerio de Desarrollo Productivo, le entregarán un váucher  u orden de compra que le permitirá acceder a una consumición por el valor de 20 mil pesos. A partir de la implementación de este váucher o ticket, lo ideado y programado para esta oportunidad es algo diametralmente distinto. Tendrá un giro de 180 grados.

Los trabajadores ya no compartirán las mesas servidas con variadas propuestas gastronómicas. Ahora, con el  váucher  u orden compra en mano, los homenajeados podrán consumir en los diferentes carritos (o food trucks) un choripán, una hamburguesa,  empanadas o bien un panchito; y, completar el menú con una gaseosa y un helado. Superado ese monto de 20 mil pesos, deberán pagar el extra.

Reacciones y desagradable tufillo

Por la característica que tendrá este festejo, el abrupto cambio ha generado diversas lecturas, y en muchas de ellas no ha caído bien este estilo de organización.

Por un lado se señala que apelan a la modalidad food trucks para justificar el dinero que el gobierno, a través del Ministerio de Desarrollo Productivo a cargo de Federico Trombotto, le está entregando a este tipo de emprendedores.

Por otro lado, se considera que este cambio radical va en coincidencia con el trato que el actual gobierno les da a los trabajadores estatales.

Además, se observa que,  sobre una cantidad de 14 mil estatales y con un váucher fijado a 20 mil pesos, que la fiesta demandará un gasto  de 280 millones de pesos solo en comida, a lo que hay que sumar los otros costos previstos, como por ejemplo música y carpas.

En los preparativos, junto al Ministerio de Desarrollo Productivo están involucradas otras áreas. Uno de los funcionarios es Ignacio Jaime Olagaray, que está afectado al manejo de todas estas cuestiones sin que haya una licitación que le ponga control a esto que puede llegar a ser un descontrol.

Olagaray, que es concejal de Potrero de los Funes y a su vez funcionario en el Ente de Control de Rutas (es decir que es otro caso de doble sueldo) es parte de un operativo organizativo que se perfila como poco transparente. Como todo se hace sin licitación, como sería este caso, al no haber control nadie asegura que en vez de imprimirse 14 mil se imprima una cantidad superior o el doble, 28 mil váucher, que elevaría por encima de los 400 millones de pesos el costo de solamente en comida.

Este encuentro siempre fue una fiesta. Pero, parece que los tiempos han cambiado.

El agasajo que organiza el gobierno provincial por el Día del Empleado Público (4 de diciembre) se ha convertido en una tradición. Es un momento muy esperado por todos  los servidores públicos debido a que en cada encuentro se genera un ámbito de camaradería, de recordación de anécdotas y experiencias. Es decir que comparten con sus compañeros un lindo e inolvidable momento y de esparcimiento. Este año, el festejo está previsto para el 3 de diciembre a la noche en los boxes de Potrero de los Funes. La convocatoria indica que cada trabajador, para poder participar tiene que inscribirse en el “Portal de Agentes”. Y, el 3 de diciembre en la mañana, a cada uno de los inscriptos, en mesa de entradas del Ministerio de Desarrollo Productivo, le entregarán un váucher  u orden de compra que le permitirá acceder a una consumición por el valor de 20 mil pesos. A partir de la implementación de este váucher o ticket, lo ideado y programado para esta oportunidad es algo diametralmente distinto. Tendrá un giro de 180 grados.