Los echaron hace más de un mes y solo les ofrecen un 30% de indemnización

Las 12 personas que trabajaron de 10 a 22 años para una empresa tercerizada, que operaba en la planta de Procter&Gamble en Villa Mercedes, y fueron despedidas de un día para el otro siguen como el 31 de octubre, cuando se enteraron de que se habían quedado sin trabajo: sin soluciones y, principalmente, sin cobrar un peso de sus indemnizaciones. La multinacional P&G volvió a dejar en claro que no tiene por qué pagarles y el dueño de la recicladora para la que trabajaban solo les ofreció abonarles un 33% de lo que les corresponde, una parte en efectivo y otra en cuotas, pero sin garantías.

Desde que los despidieron, los ex empleados de la recicladora WORP, la empresa tercerizada que funcionaba en las instalaciones que tiene la llamada "pañalera", reclaman de lunes a viernes frente a la planta de P&G. Los únicos días que no se manifiestan son los fines de semana porque la fábrica permanece cerrada.

Pero luego de 44 días de constante protesta, a días de Navidad, están lejos de cobrar sus indemnizaciones. La única solución que les presentó su ex empleador el diputado provincial Walter Oio, propietario de WORP, es la misma que le ofreció desde un principio. Es decir abonarles el 33% de las liquidaciones, una parte en efectivo y el resto en diez cuotas sin interés, explicó Hugo Pozo, el abogado de los operarios despedidos.

"El problema es que WORP es insolvente. No tiene cómo garantizar el pago de esas cuotas", manifestó el letrado. Por el lado de la multinational el panorama es todavía peor. "Nos tienen a las vueltas. No nos ofrecen nada, ni siquiera para intentar negociar", señaló Pozo.

Para el abogado, claramente "están estirando" los tiempos, "jugando con la necesidad de la gente", sobre todo a días de las fiestas de Fin de Año, para que los trabajadores se vean "forzados a arreglar por lo menos posible".

Refirió, de todas formas, que el 3 de diciembre dieron inicio a "todos los juicios" y esperan recibir cuanto antes respuestas de parte de la Justicia.

La última suma de dinero que cobraron los ex operarios de WORP fue lo correspondiente al sueldo de octubre. "El empleado que menos antigüedad tiene es de 10 años y los más grandes de 22 años. Así que son indemnizaciones grandes, que bien les serviría para lucharla ahora que no tienen más trabajo", destacó Pozo. Además varios de los hombres despedidos tienen casi 60 años y son conscientes de que con esa edad, en medio de una cruda crisis económica, es muy difícil conseguir empleo.