Hostigamiento: el testimonio de exempleados del "Ramón Carrillo"
Aseguran que vivían constante presión laboral y persecución por parte de las autoridades.
Trabajar en un ambiente hostil es una de las circunstancias más difíciles para cualquier empleado. Sentir constante persecución por la forma de pensar, hostigamiento, es una pesadilla interminable. Así vivieron los últimos meses de servicio trabajadores despedidos del Hospital Central “Dr. Ramón Carrillo”. Tres personas brindaron su testimonio en diálogo con FM Lafinur y certificaron las peripecias que debieron enfrentar en la gestión de Adolfo Sánchez de León, quien responde directamente a Claudio Poggi.
Elizabeth fue despedida en abril. Se desempeñaba en la parte de Hotelería. Abordaba el armado de camas, la reposición de insumos y lavandería, entre otras tareas. Contó que al momento de la recepción de los telegramas, vivían el escenario con mucho miedo. “Cuando cambió la gestión nos tuvieron con mucha persecución. La idea era que si no hacíamos las cosas bien, nos corrían. Nosotros dejábamos la vida en el Hospital. Había que trabajar con esa presión”.
De acuerdo a lo que explicó, cuando la despidieron la empezaron a llamar algunos supervisores muy acongojados; nadie imaginaba que la iban a dejar sin su fuente laboral, no había razones lógicas para la desafectación. Con el correr de los días, se juntó con un grupo de empleados despedidos y fueron a hablar con Sánchez de León para tener explicaciones concretas. Pero este se negó y hasta les mandó a la Policía y el personal de seguridad del nosocomio.
Como si fuera poco, se enteraron de que el personal de seguridad había recibido fotos de los trabajadores para identificarlos y no dejarlos entrar al establecimiento. “Stalkearon las redes sociales para que no nos dejaran entrar al Hospital, por conflictivos. No éramos conflictivos, queríamos saber por qué nos corrieron. Si de acá a mañana o pasado salen con que tenía un informe, es mentira. Ese informe que le hicieron a Camila Dautorio es un informe fantasma. Camila hizo lo que queríamos hacer: confrontarlo al Gobernador, porque él dijo antes de recibir su mandato que ningún trabajador iba a ser tocado. Se fue en palabras”, apuntó.
Elizabeth calcula que al momento son entre 130 y 140 las personas despedidas.
Mario, otro trabajador despedido, compartió que lo desafectaron en abril. Abrió la puerta de su casa y se topó con el telegrama, con dos hijos en edad escolar. Se le vino el mundo abajo. Se desempeñaba en la parte de Informática Médica, un espacio donde se vincula lo médico con la informática a través de un sistema.
“Lo mío tenía olor a tinte político. Me indemnizaron después de dos meses. Uno quiere seguir en el trabajo. Pero le digo a la gente que se vaya del tinte político y que ahora piense en las personas y se dé cuenta de que fue algo injusto lo que me pasó a mí, a Camila Dautorio y a muchas personas más. Fue injusto por lo que hemos luchado por conseguir ese puesto”, remarcó.
El caso de Fabiana Sosa es paradigmático. Trabajaba en el sector de Hotelería y se desempeñaba en el área de Quirófano. Fue despedida en abril. Su situación es muy particular porque la atraviesa un tema de salud. Tenía una cirugía programada para el 15 de abril. El 9 de abril se descompuso en la madrugada e ingresó a la guardia del Hospital. La doctora que la atendió le dijo que no podía trabajar en el estado en el que estaba.
Cuando se fue y se dirigió al estacionamiento del personal, un efectivo de seguridad le dijo que no podía ingresar más al Hospital.
Tuvo que hablar con un médico para que le permitieran el ingreso y por ende, hacerse la cirugía. Mientras estuvo internada, su habitación fue custodiada por personal de seguridad.
Redacción.


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