Vecinos de Villa Mercedes piden que los escuchen y que limpien un foco infeccioso

Los vecinos del barrio Hipólito Yrigoyen ya no saben qué hacer para que el Municipio los escuche y limpie un sitio baldío que se ha transformado, con los años, en una selva con alacranes, mosquitos y basura. Sostienen que ya hicieron varios reclamos y que nadie les da una respuesta.

El lugar está ubicado en la intersección de la calle que lleva el mismo nombre que el complejo y Gobernador Besso. "Yo realmente tengo miedo. Hace poco veníamos con mis hijas a la noche, porque fuimos a buscar a una de ellas a la parada del colectivo, y nos salió un hombre; casi me da un infarto. Se mete gente, duerme ahí, esconde cosas; es un asco y un peligro muy grande", relató Mónica Sosa, quien hace más de un mes subió un video a las redes sociales para mostrar la situación; hasta ahora, nada cambió.

La mujer contó que hace unas cuatro semanas fue una cuadrilla estatal, pero que la tarea que hicieron pareció una broma de mal gusto. "Vino un supuesto encargado municipal con dos hombres más, cortaron dos ramas de un árbol espinoso, las tiraron a la calle y ahora es un basural. Fue lo único que hicieron", protestó.

El terreno es un foco infeccioso y, al parecer, los nuevos camiones adquiridos por la Comuna no parecieran tener un impacto positivo en sanear estos espacios.

"Esto es tierra de nadie: se meten los ladrones, hay una cantidad de robos impresionante, todas las noches se escuchan tiros y la Policía ni patrulla", agregó Sosa.

Como si lo mencionado fuera poco, en el barrio cuentan con muy poca iluminación y constantemente se rebalsan las cloacas.

"Yo vivo bien al frente. Es un lugar que está lleno de bichos; en este último tiempo ya maté dos alacranes. Los días de calor no se puede estar, por la cantidad de mosquitos que hay", mencionó Milagros Gatica, otra de las vecinas del lugar.

La joven mamá añadió que los fines de semana, por la madrugada, no suele estar tranquila con su pequeño de 7 años, ya que escucha movimientos y hasta algunas búsquedas de personas que se esconden en el baldío.

Gatica mencionó que a veces son los mismos residentes quienes deciden hacer un poco de fuego para controlar que los pastizales avancen hasta dentro de los hogares.

"También acá hay bastante oscuridad, sobre todo los que vivimos por Gobernador Besso. No se ve nada de noche y te da cosa salir a comprar; lo único que alumbra son las luces de las casas de los vecinos", dijo la madre.