Crimen de Zoe: un detenido tenía un celular en la Penitenciaría
La fiscal, María del Valle Durán, pidió más tiempo para investigar y que el aparato sea peritado.
A cuatro meses de la muerte de Zoe Pérez, hubo novedades de calibre en el avance de la investigación. Por eso, la fiscal de Instrucción 4, María del Valle Durán, solicitó este miércoles extender por otros cuatro meses la investigación y la prisión preventiva para Adrián Ricardo "El Gringo" Rodríguez y Leandro Oses, imputados por el crimen de la adolescente. Durán pidió que sea peritado un teléfono celular que fue encontrado en el pabellón en el que los imputados comparten detención: Rodríguez, de 31 años, acusado como presunto autor del delito de "Homicidio doblemente calificado por el vínculo y por el género", y Oses, de 24, como coautor de "Homicidio calificado por el género", figuras penales sumamente graves y que prevén penas perpetuas.
El hecho que se investiga ocurrió el 20 de febrero de 2024 en la localidad de La Toma. Ese día, entre las 10 y 11:30, Zoe murió dentro de la vivienda que alquilaba Rodríguez, ubicada sobre la calle Inti Huasi, en el barrio Barrancas.
De acuerdo a los datos que pudo recabar la fiscalía, doce horas antes, Zoe se encontraba en el Club Pringles con Rodríguez y Oses. Tomaban mate y miraban un partido de vóley. A las 22:40, se retiran del lugar junto a una amiga, quien se ofrece a llevarlos a una plaza. Luego, la víctima, Oses y Rodríguez se van hacia la casa de uno de los imputados. En ese lugar hay una vivienda principal y más atrás, un pequeño departamento. Allí fue vista con vida por última vez la adolescente.
Pero hubo un detalle que diferenció a la audiencia de ayer con el resto de las que se desarrollan para solicitar extensión de la preventiva: Rodríguez y Oses estuvieron presentes en el Poder Judicial, un detalle que llamó la atención de los medios. Es que luego se supo que Oses tenía intenciones de declarar.
Finalmente, y luego de oír lo que Oses tenía para agregar en su declaración, el juez de Garantías 4 subrogante, Marcos Flores Leyes, accedió al pedido del Ministerio Público, por lo que Rodríguez y el coimputado permanecerán 120 días más detenidos en el Servicio Penitenciario Provincial y la fiscal contará con el mismo plazo para nutrir la investigación.
Otra novedad que surgió en la audiencia de ayer fue el cambio de defensa por parte de "El Gringo". En la primera audiencia, del 2 de marzo, la defensa del joven de 31 años fue asumida por Franco Aballay Molina, pero ayer, quien estuvo en la audiencia fue Santiago Carballo.
Durán fundamentó su pedido para que le extiendan el plazo de la Investigación Penal Preparatoria en el hecho de que aún restan pruebas para producir y que si los liberaban, ambos podían interferir en el desarrollo de las investigaciones. "La Toma es un pueblo chico y podrían interferir en algunos testimonios que aún restan producir", dijo Durán.
Por su parte, la adjunta de la instructora, María Fernanda del Cerro, recordó que cuando Rodríguez y Oses fueron imputados, se les dictó la prisión preventiva porque mintieron y, de esa manera, desviaron la investigación. Además, mencionó que la gravedad de la imputación también ponía en riesgo la investigación si resultaban liberados al cumplirse los primeros 120 días de detención, plazo que se cumple el próximo 30 de junio.
"Sentí que sobraba y me fui"
Previo a la resolución del juez Leandro Oses pidió la palabra y amplió su declaración. Durante su relato, brindó detalles pormenorizados sobre lo que hizo entre las 23 del 19 de marzo y las 9 del día posterior.
Oses dijo que junto a Zoe estuvieron en la casa de Rodríguez, jugando videojuegos y bebiendo. Agregó que cerca de las 4, “El Gringo” llamó a un delivery para pedir más alcohol. También dijo que cuando se hizo de día, decidió irse a su casa y que les mintió a su jefe y a su hermano sobre que estaba en San Luis para que no lo echen del trabajo. “Fui al baño a lavarme la cara y escuchaba que ellos hablaban. Rodríguez después nos dijo que nos quedáramos a dormir, pero nos fuimos”. Según su declaración, ambos salieron, pero el acusado de 24 años narró que la víctima le dijo que se había olvidado algo en la casa y tenía que volver. “Sentí como que sobraba, que me quería descartar, por eso me volví solo”, sostuvo Oses.
“Como a las 11 de la mañana, me entraron como 69 mensajes de Rodríguez pidiéndome que vaya para su casa. Como yo le dije que no tenía ganas de levantarme, me dijo que fuera porque había encontrado a Zoe toda tajeada. Le pedí a mi hermano que me llamara, le conté toda la secuencia y fuimos hasta el domicilio. Allí me encontré con Nahuel, hermano de Zoe; después nos enteramos de lo que pasó y fui a la comisaría a declarar”.
Su relato, a diferencia de la primera vez, fue bien estructurado y detallado. Precisó cada una de las calles por las que caminó hasta llegar a su casa.
Finalmente, dijo que no creía que entre su amigo y la víctima hubiera una relación amorosa. “No pongo las manos en el fuego por nadie, pero Rodríguez y Zoe eran compinches, se ayudaban y se cubrían, pero relación amorosa creería que no”, concluyó.
"Yo no asesiné a Zoe"
Fue el propio abogado defensor de Oses, Miguel Ángel Orozco, quien le preguntó lisa y llanamente si había matado o intentado matar a Zoe Pérez. Su pupilo le dijo: "Yo no asesiné a Zoe ni intenté matarla".
Por su parte, la fiscal María del Valle Durán solo le preguntó a Oses si tenía contacto con Rodríguez en la Penitenciaría. Oses le respondió que ambos están en el mismo pabellón. ¿Habrán usado el teléfono que le encontraron para comunicarse con personas de afuera de la prisión?


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