Díaz acosó a la madre de Anahí hasta la mañana del femicidio

La obsesión de Amado Reimundo Díaz con Eliana, su expareja, según la hipótesis de la Fiscalía, fue tanta que hasta minutos antes de asesinar a puñaladas a Anahí Robledo Yuvero, la hija de la mujer, acosó a su ex. Las cámaras de seguridad de Villa Mercedes, públicas y privadas, lo captaron en su auto cuando seguía los pasos de Eliana, entre la madrugada y la mañana del jueves 23 de mayo.

Quería cerciorarse que ella estaría en los lugares que había dicho que estaría, ya sea en su trabajo o cuidando a su padre. Luego le produjo 25 lesiones con un arma blanca a la adolescente de 17 años, hasta matarla. Todo para hacer sufrir a la madre de ella.

Los aparatos también registraron los movimientos del hombre de 58 años tras el femicidio. La videocámara situada en la parte exterior del complejo de departamentos que alquila, en la calle Marcelino Guiñazú, en el barrio Jardín del Sur, lo tomó la madrugada del crimen saliendo de su domicilio. Vestía una campera azul oscuro y un jogging.

Un rato más tarde regresó y, después, salió vestido de una manera diferente. Ya no tenía la campera y había reemplazado el jogging por un jean. En la mano, además, llevaba una bolsa. Los investigadores presumen que allí portaba el pantalón que se había cambiado y el arma homicida.

Alrededor de las 10 de la mañana, otra cámara captó su automóvil por la ruta 7, camino a Justo Daract. El hombre dijo que el jogging se lo había perdido la mujer que le lavó la ropa y fundamentó su viaje hacia la otra localidad con la excusa de que iba a "regalar unos calzados" a unas prostitutas que había conocido.

Otra cámara lo registró en su vehículo unas horas antes, a las 6:34, en Ardiles y San Martín, a dos cuadras del gimnasio donde trabaja Eliana. De hecho, durante la audiencia en la que decidió declarar, Díaz confirmó que así había sido.

Los investigadores sostienen que la noche anterior también habría vigilado a la mujer para asegurarse de que estaba en lo de su padre enfermo, cuidando de él como había dicho.

La autopsia estimó que la muerte de Anahí fue entre las 5:30 y las 9:30. La hipótesis del fiscal instructor Leandro Estrada es que Díaz ingresó a la casa de la víctima, situada a unos 80 metros de su departamento, con una copia de la llave de la vivienda. Lo hizo por delante y no por el patio trasero, porque Anahí y su madre tenían un perro allí.

En una conferencia que Estrada brindó ayer, con los jefes del Departamento de Homicidios y de Investigaciones, señaló que la chica fue atacada posiblemente cuando estaba acostada en su cama.

Ese día, alrededor de las 15:30, cuando Eliana llegó a su casa y vio el cuerpo de su hija, llamó a Díaz.

El vínculo con el hombre, al parecer, no había terminado del todo. "Iban y venían" confirmaron varias fuentes. Se habían "tomado un tiempo" en la relación.

El imputado declaró que cuando acudió a lo de Anahí, por el llamado de Eliana, él no tocó el cuerpo de la chica. Pero en la campera azul oscuro de neoprene que la Policía le secuestró horas después hallaron manchas de sangre. Los rastros hemáticos "no eran de contacto, sino que eran de salpicado", señaló el fiscal. Es decir, que esas manchas de sangre pudieron producirse mientras la joven era apuñalada.