Presentan una red para monitorear a la "chicharrita" del maíz
Fueron muchos los factores que favorecieron el avance masivo del vector transmisor de la enfermedad que ya se llevó más de 13 millones de toneladas en todo el país. Ahora buscan recabar información para hacerle frente.
El achaparramiento del maíz, es una enfermedad transmitida por “la chicharrita” (Dalbulus maidis), un vector que produjo dolores de cabeza en los productores que han tenido que hacer malabares para no perder la totalidad de los rindes. Fueron muchos los factores que intervinieron para que avanzara masiva y cómodamente sobre las hectáreas maiceras, llevándose más de 13 millones de toneladas en todo el país. Para hacerle frente CREA, Aapresid, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) de Tucumán, Maizar, y la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (AAPPCE), hicieron causa común para impulsar una Red Nacional de Monitoreo con trampas cromáticas adhesivas.
El propósito de esta iniciativa es recopilar datos sobre la evolución de la población y la capacidad de transmisión de esta plaga en las diversas zonas productoras de maíz de toda Argentina.
Fueron muchos los factores que favorecieron la proliferación de la "chicharrita”: el clima, la falta de conocimientos sobre la actuación de la plaga en zonas templadas, la falta de monitoreo, de tareas de prevención y de fitosanitarios apropiados, por eso el puntapié inicial del proyecto consiste en generar una mayor y más precisa información sobre la dinámica de vuelo e infectividad de Dalbulus maidis en diferentes regiones agroecológicas del país para ponerla a disposición de los distintos actores involucrados del sector. El proyecto tendrá una duración, en principio, de 3 años.
La red está compuesta por tres pilares fundamentales:
- Dispositivos interconectados de trampas centinelas (principales). Esta herramienta estará conformada por 450 trampas cromáticas adhesivas distribuidas en las cinco regiones: Noroeste Argentino (NOA), Noreste Argentino (NEA), Zona Centro, Zona Núcleo y Litoral. Las trampas serán monitoreadas por personal técnico y profesional capacitado de las instituciones participantes, bajo la coordinación general de la EEAOC y Maizar.
- Otra red de monitoreo de infectividad de individuos: en 45 de los sitios clave y representativos se colectarán individuos adultos de Dalbus maidis de forma secuencial y estacional para analizar mediante técnica molecular (PCR), la presencia y distribución nacional de los patógenos principales del complejo del achaparramiento entender la fluctuación infectiva estacional de las distintas zonas agroecológicas.
- Un tejido de trampas voluntarias: esta red estará siempre abierta a la participación de cualquier persona, institución u organización que desee colaborar con el monitoreo. Los voluntarios deberán completar un curso de capacitación, contar con trampas pegajosas homologadas y registrar sus datos en una plataforma online, previa autorización de los coordinadores.
Toda la información recopilada a través de esta Red Nacional de Trampas será procesada y los informes estarán disponibles públicamente en forma libre y gratuita en una plataforma online, se estima que estará disponible con dicha información a partir de julio de 2024.
Además, se elaborarán reportes periódicos que serán distribuidos a todos los interesados. Esta información permitirá a los productores, investigadores, técnicos y autoridades conocer dinámica de vuelo del vector y su infectividad para contribuir a su estudio y al desarrollo de pautas para su manejo y protección del cultivo del maíz.
Un esfuerzo conjunto
La creación de esta Red Nacional de Trampas de Monitoreo es un ejemplo concreto del compromiso del sector agropecuario argentino con la producción sostenible. La colaboración entre las diferentes instituciones involucradas y la participación de los productores u organizaciones voluntarias son claves para enfrentar de manera efectiva el desafío que presenta el achaparramiento del maíz y su vector.
Esta iniciativa ejemplifica la cooperación institucional necesaria para proteger el cultivo de maíz en Argentina, proporcionando información actualizada y regional, y permitiendo decisiones colectivas fundamentadas.
El cereal viene en caída libre
En abril la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), proyectó en su informe que la cosecha de maíz se redujo de 57 a 50,5 millones de toneladas a partir de las consecuencias de la “chicharrita”. Con un avance del 30,1% y un rinde medio nacional de 80,5. Según la última estimación realizada por la Bolsa de cereales de Buenos Aires “la cosecha se desaceleró esperando una reducción de humedad en grano, y especificó que la proyección de la producción que estimaban en 50,5 millones de toneladas bajó a 46,5”.
Además indicaron que “es la primera vez desde que se efectúan estimaciones que se observa un daño tan importante por un factor no climático”, y anticiparon también que no es factible evaluar hasta cuánto puede terminar restándole al ciclo maicero 2023/24.


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