Desde la cuna

Un repaso por los fragmentos que componen a Tobías Arribillaga; su nuevo disco es un recorrido por un proceso de apariencia rockero, pero que conecta con todos los trabajos. El dejar el confort de lo grupal para lanzarse solo. 
El cantante y guitarrista rosarino presentó su nuevo disco con once temas, "Parte de mí". Un recorrido solista que inició en la pandemia y que lo llevó a compartir escenario con "La Vela Puerca", "No Te Va Gustar", Piti Fernández y ser telonero en España de "Guasones".

―¿Cómo nació “Parte de mí”?
―Primero, vinieron las letras, canciones sueltas que, después, ves que todas tienen un hilo conductual y armás el álbum. De entre veinte temas elegí los once mejores y traté de ordenarlos de tal manera que quede un concepto que se entienda, que sea llevadero y que cada canción esté interconectada. Lo principal es que al escucharlo te lleve en un recorrido y te produzca algo.

―¿Por qué el nombre?
―Es un disco que fui componiendo y escribiendo a lo largo de los últimos dos años. Son canciones que son parte de mí porque hablan de esta etapa mía como artista solista de rock, de abrirme de las bandas y producir solo. “Como quisiera” es un corte de difusión que salió ahora con un nuevo videoclip que está en todas las plataformas y en los canales de música que fue filmado acá, en la ciudad de Rosario, y que concentra bastante ese concepto.

―¿Cómo fue esta decisión de soltarte como solista?
―Lo venía planeando desde hace muchos años. Estuve en varias agrupaciones tocando desde adolescente y era un objetivo que tenía en mente hacía varios años, y, finalmente, en 2020, en la pandemia, hubo un parate de todo lo que era la música en vivo y las giras. Entonces, aproveché para empezar a producir mis primeras canciones. Escribo desde que tengo memoria, soy compositor y me encontré con el tiempo para hacerlo.

―Es un disco de rock, pero con influencia punk.
―Sí, en realidad, cuando era adolescente tuve mi banda punk. Tocamos en todos los lugares under de Rosario, tocamos con bastantes grupos de la escena como “Ataque 77”, “Bulldog”, “Flema” y con “Carajo”, que no es punk, pero está ahí. Tuve mi época tocando punk y quizás hay algo en el disco, por ahí, no puntualmente, pero sí hay alguna estructura que tiene de esa era mía.

―¿Qué vino primero? ¿La guitarra, el canto o vinieron juntos? 
―Vinieron de la mano. En realidad, porque en mi casa se tocaba la guitarra y se cantaba. Vengo de una familia que está muy relacionada con la música y siempre hubo instrumentos; agarré mi primera guitarra a los cuatro años y a los once escribí mi primera canción.

―¿Cómo se vive esa cultura del rock en Rosario?
―El rock es la música del día a día y está lleno de artistas, muy buenos, que por ahí no están en los medios o los festivales nacionales, pero sí están presentes en el mundo artístico de acá, de Rosario. La verdad es que hay mucho arte, mucha música y mucho rock. Siempre lo hubo, tenemos nuestro propio submundo diferente a lo que pasa en el resto del país.

―El rock mantiene esa tradición de salir del under, ser telonero e ir ascendiendo progresivamente, algo que el género urbano pareciera saltarse, ¿no?
―El rock siempre fue igual. Cuando uno hace las cosas porque le gusta, por pasión y por amor, por ahí el objetivo ya no es pegarla, sino como que hay un camino que está buenísimo y que empieza con los ensayos, las giras, las grabaciones de los discos. Tiene mucho de compartir con otros artistas y creo que eso es lo más lindo de la música. Lo urbano creo que igualmente tiene un montón de artistas que no empezaron en el under, como el rock, pero lo hicieron cantando en una plaza para un grupito de amigos; eso fue creciendo y hoy convocan un montón de gente. En ese sentido, me parece que es parecido. Nosotros, desde el rock, empezábamos tocando en casas o en bares más chicos. Ahora, el género urbano está un poco más de moda y entonces, el crecimiento se vuelve más exponencial, pero el rock siempre termina renovándose y volviendo.