Ajuste brutal: los taxis aumentan el 40% y la bajada diurna pasa a $665

El ímpetu que maneja el poggismo en el Concejo Deliberante no tiene freno. Dirigidos como marionetas por las órdenes de Gastón Hissa, volvieron a sancionar una ordenanza en detrimento de la gente: el incremento del 40% de la tarifa de taxis. En la sesión de este jueves, la propuesta se aprobó por 7 votos afirmativos y 7 negativos (se ausentó Laura Sánchez, con lo cual, frente al empate, el voto de la presidencia vale doble).

Así, el cuadro de valores queda de la siguiente manera: la bajada diurna, en $665, mientras que la nocturna pasa a $798. La ficha diurna se fijó en $66,50 y la nocturna, en $79,80 (cada 130 metros y minuto de espera). Para los sábados, domingos y feriados, se aplica -de 22  a 6-  la tarifa nocturna, que representa un 20% más que la diurna.

El debate estuvo atravesado por un profundo análisis de la oposición y prácticamente una nula intervención del oficialismo, que solo fue a levantar la mano. “Estamos en presencia de otro tarifazo de Hissa. En abril se presentó una nota por parte de la asociación de taxis, que solicitaba un aumento porque se cumplía el plazo establecido en la ordenanza aprobada en diciembre de 2023. Desde ese tiempo, ninguno de los concejales de la comisión de Transporte tenía la misma posición. Nosotros tenemos minoría, con lo cual lo que se frena es por el oficialismo. Los taxistas han sido víctimas de una maniobra”, apuntó el concejal del Justicialismo Juan Martín Divizia.

“Esta ordenanza no cumple ni con la ordenanza anterior (que establecía que los aumentos debían ser requeridos por el Ejecutivo y bajo un estudio de costos) ni con la que aprobaron ustedes en diciembre (que en su Artículo 3 fija que el Concejo puede aumentar trimestralmente sin exceder el límite de inflación acumulada)”, agregó.

Por otra parte, remarcó que ahora la tarifa de taxis se posiciona en desventaja frente a Uber. Y si se tienen en cuenta los irrisorios incrementos en la tarifaria de la Comuna, los taxistas terminarán perdiendo. “Hoy, la llave de los aumentos y controles la tiene Hissa”, aseveró. También recordó el bochorno de que el edil del oficialismo, Diego Videla, maneja Uber. Cero imparcialidad.

Por su lado, Alejandro Cordido, del PJ, remarcó que no hay necesidades en los vecinos que ameriten la sanción de la suba. Lamentó que Uber no tendrá el mismo canon en sus servicios y destacó que hay otras alternativas que se podrían haber aplicado, como mermar o suspender tasas que deben afrontar los taxistas en medio de una asfixia financiera constante.

Su par Agustina Gatto destacó que Hissa “tiene temor” a la presencia de los taxistas, con lo cual la aprobación posee todo un sentido para el oficialismo. A su vez, Andrés Russo referenció una observación referida a los índices inflacionarios y marcó un error de interpretación a la hora de hablar de la inflación acumulada, que el proyecto posiciona en el orden del 71%, pero que el IPC de San Luis registra en un 59%.

El poggismo apenas se remitió a explicar que el proyecto fue tratado en comisión, entre otros detalles afines a la letra de la iniciativa.

Finalmente, la misiva de Hissa primó y se aprobó. Ahora, quienes tienen que pagar los platos rotos son las vecinas y vecinos de la ciudad, quienes, en medio de ajustes e incrementos sin freno, ahora tendrán que afrontar altísimos precios a la hora de tomar un taxi.