Una seguidilla que indigna: un robo cada cuatro días
Lo que vivió Luz Blasco desde el sábado 13 de julio es casi una película de mal gusto: le robaron tres veces en 12 días, la última vez destrozaron una ventana.
Los ladrones se manejaron como si supieran que nada les pasaría. A pesar de que en Luz Blasco denunció los primeros dos robos, el 13 de julio y el pasado martes 23, el miércoles por la noche los malhechores regresaron al local ubicado en Caseros 545 por lo último que quedaba, una garrafa de diez kilos.
Los ladrones se manejaron como si supieran que nada les pasaría. A pesar de que en Luz Blasco denunció los primeros dos robos, el 13 de julio y el pasado martes 23, el miércoles por la noche los malhechores regresaron al local ubicado en Caseros 545 por lo último que quedaba, una garrafa de diez kilos.
Pero eso no fue todo, esta vez destrozaron la ventana por la que ingresaron las dos veces anteriores. Recién hoy, tras los tres robos, la policía Científica trabajó en el lugar para obtener pruebas que permitan esclarecer la seguidilla.
Por lo pronto Luz piensa en mudar su espacio de trabajo a otro lugar, en donde se sienta más segura. “Es un desastre. Encima un día digan que el delito está bajando se me meten no una, dos veces en mi lugar de trabajo. Se llevaron casi todo. Ya no me queda nada. Voy a tener que tapar la ventana con una pared, es la única manera de que no se vuelvan a meter, pero no voy a seguir trabajando en una zona que está prácticamente liberada”, aseguró la joven.
Los ladrones se manejaron como si supieran que nada les pasaría. A pesar de que en Luz Blasco denunció los primeros dos robos, el 13 de julio y el pasado martes 23, el miércoles por la noche los malhechores regresaron al local ubicado en Caseros 545 por lo último que quedaba, una garrafa de diez kilos.
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