El Hospital Central “Ramón Carrillo” se ha convertido en algo así como una usina permanente de rumores y de culebrones.
Se habla: -De fuertes diferencias entre la ministra de Salud Claudia Spagnuolo con el presidente del directorio, Adolfo Sánchez de León. El motivo es que no comparte algunas de sus decisiones y que, por eso, no se involucra: hace oídos sordos ante los reclamos.
-Del abrupto traslado de otros profesionales. Esta vez, le tocó el turno a Traumatología. El argumento de los movimientos sería no compartir o aceptar disposiciones del director médico, Raúl Coria, con algunas empresas.
-De que uno de los profesionales fue enviado del “Carrillo” al Hospital de Merlo. Otro, a Villa Mercedes.
-De que siguen las amenazas del doctor Coria.
-De que obligan a que renuncien o trasladan a médicos de “carrera sanitaria” para contratar del privado que le salen más caros al Estado. Sobre este tema, hay expresiones públicas de dirigentes del gremio APTS.
-De que los pagos con facturas van de 1,5 a 3,5 millones. En algunos casos, es por hacer solo consultorio una vez por semana.
-De que hay dos empresas que habrían sido “bendecidas” para trabajar con el Banco de Prótesis, pero, entre los profesionales, habría cierta resistencia, por la calidad del material que entregaron para una cirugía y por los altos costos.
-Un fuerte rumor de que la AAOT (Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología) le quitaría la certificación del servicio al “Carrillo” por las denuncias de persecución a profesionales y falta de ética.


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