La crisis de la seguridad se agrava pero Poggi insiste con hallar la solución afuera

Claudio Poggi no se caracteriza por ser un mandatario creativo, incluso él mismo lo ha reconocido públicamente al señalar que gobernar es copiar lo que otros han hecho bien. En su camino por la Gobernación de San Luis los pocos proyectos que puso en marcha son en su mayoría calcos de los que venía aplicando la gestión anterior, y en algunos casos, ni siquiera se toma la molestia por modificar la denominación de las iniciativas. Pero si a la hora de copiar además se eligen ejemplos que no son convenientes existe un problema.

Hace pocos días Poggi junto con una comitiva de funcionarios realizó una visita oficial a Mendoza donde recorrió las instalaciones del Laboratorio de Huellas Genéticas. El objetivo, aseguró, es replicar en San Luis el avance que tiene la provincia vecina. “El modelo de Mendoza puede contribuir a la seguridad en San Luis”, aseguró el mandatario puntano, quien estuvo acompañado por sus pares de Mendoza y San Juan, Alfredo Cornejo y Marcelo Orrego.

Más allá de que nadie discute la relevancia que tiene el laboratorio de la vecina provincia y lo determinante que es el aporte científico en la investigación criminal, lo cierto es que el Gobernador de San Luis decide tomar como ejemplo una jurisdicción que hace al menos dos décadas exhibe niveles de seguridad muy elevados y cuya actualidad no es para nada promisoria. Por ejemplo, solo en el primer cuatrimestre de este año los robos y hurtos se incrementaron en un 30 por ciento.

Pero el facilismo que muestra el poggismo de buscar “recetas” de afuera repudiando lo puntano no es nuevo. En realidad es un rasgo que lo define. Lo hace en todos los campos y la seguridad no podía ser la excepción. En esta ideología se inscribe el cierre arbitrario del ciclo lectivo 2024 en el Instituto Superior de Seguridad Pública y el arribo de Gendarmería, anunciado con bombos y platillos, pero que representa una medida cosmética y efectista que poco puede hacer para combatir la creciente inseguridad que padece la provincia.

El Gobernador debería tomar el camino de las soluciones de fondo, el que elude porque es el más difícil, el que implica más análisis. Es el que demanda una mejora exhaustiva, la jerarquización real de la Policía, el cese de la persecución por cuestiones ideológicas y la generación de políticas propias adaptadas al contexto local. Además, debería saber que el principal factor para combatir para la inseguridad reside en mejorar las condiciones socioeconómicas de la población que, precisamente por las políticas de ajuste que aplica, han empeorado de manera drástica en San Luis. Lo demás, los anuncios grandilocuentes o los “modelos de afuera” son en realidad espejitos de colores y una manifestación de incapacidad.