Ola de robos: los comerciantes no tienen respiro

Son días de preocupación creciente para los comerciantes puntanos. Es que ven, jornada a jornada, que la inseguridad crece y que las respuestas de las autoridades son escasas o incluso nulas. Esta semana fue un hecho por día lo que despertó las alarmas. El lunes a la noche le tocó a una despensa céntrica; el martes, a una casa de venta de artículos de electricidad; el miércoles, a una comerciante del centro; y el jueves y viernes robaron dos veces en menos de 24 horas en el mismo comercio. Todos los locales están ubicados en el microcentro, cuadrante delimitado por las afamadas "cuatro avenidas".

El testimonio de los trabajadores, encargados y dueños consultados, coincidió en un detalle en particular. Salvo en un único caso, todos los demás fueron fuera del horario comercial, es decir durante las horas de descanso para los comerciantes.

El primer hecho fue el lunes, en una despensa de Colón entre Pringles y Belgrano. El drugstore, emplazado en el ingreso a una playa de estacionamiento, fue blanco de malhechores que, el domingo a la madrugada, levantaron las chapas del techo y rompieron parte del cielo raso. De alguna manera conocían la ubicación de las cámaras de seguridad, ya que los dos artefactos instalados fueron inutilizados, por lo que no quedaron registros del accionar de los ladrones. "Compramos el fondo de comercio y nos hicimos cargo el 1º de agosto. No pasó ni una semana y ya nos robaron", se lamentó uno de los nuevos dueños mientras hacía una revisión del faltante. Según dijo, se llevaron cigarrillos, encendedores y algunos productos más. "En la caja no había mucho dinero, pero también se lo llevaron", completó.

El segundo robo fue entre el lunes a la noche y el martes a la madrugada, horario predilecto por los malvivientes para desplegar su accionar. En esa oportunidad se valieron de las horas nocturnas  para arremeter contra la vidriera de una casa de artículos eléctricos ubicada en España al 1.500. Tras romper uno de los cristales de la vidriera, se dirigieron directo a la casa registradora. Esos sí quedaron filmados, incluso la Policía recogió huellas en la escena del crimen.

Pero eso no fue todo. El derrotero continuó el miércoles, cuando a las 18 y en pleno centro le robaron a una emprendedora que había inaugurado un nuevo comercio en Belgrano pasando la peatonal Rivadavia. El estreno comercial fue el martes y el miércoles ya les habían robado por vez primera. “Hacemos denuncias y no pasa nada. No hay prevención. En el centro todos los días le roban a algún comerciante", mencionó la dueña de la golosinería, Estefanía.

Pero la más lamentable fue la seguidilla que sufrió Esteban, secuencia que se extendió durante los últimos tres días de la semana. El miércoles a la noche le reventaron un paño de vidrio en su local de venta de artículos de limpieza de avenida Lafinur entre avenida Illia y Bolivar. Horas más tarde, aprovechando que el vidrio estaba roto y que nadie custodiaba el local que había quedado a merced, un grupo de hombres ingresó y se llevó una estufa, un rollo de manguera y el dinero de la caja. “Es muy doloroso. Sobre todo tener que trabajar una semana para poder comprar los vidrios que rompieron”, se quejó el encargado del negocio a El Diario de la República, mientras recogía los vidrios de la vereda.
Esteban nunca se imaginó que menos de 24 horas después estaría viviendo la misma sensación. Es que ayer, a las 6:30 arremetieron de nuevo contra la vidriera arrojando una baldosa. La brecha que el cascote abrió en otro ventanal les sirvió a los delincuentes para entrar y llevarse una pila de baldes de plástico y dos rollos de manguera. En el último, fue en el único caso que hubo detenidos.