En 2 meses hubo 4 desbordes cloacales detrás de La Ribera
Los vecinos piden una solución urgente, debido a que cuando colapsa se inunda el único camino que tienen.
En aproximadamente dos meses, la zona rural y productiva ubicada detrás del barrio La Ribera tuvo cuatro desbordes cloacales que inundaron el único camino que tienen para transitar quienes habitan por ese lugar. Luego de cada colapso, los vecinos no pueden salir de sus viviendas por varios días, debido a que quedan grandes charcos de agua que tardan en drenarse.
“Estamos bastante preocupados porque el problema es cada vez más recurrente y, por más que hayan sacado la mugre que había tapado la boca de tormenta, es probable que en unos días vuelva a desbordarse e inundar toda la calle”, dijo Cecilia Pereyra Cardini, secretaria de la comisión vecinal.
Añadió que desde Obras Sanitarias Mercedes les anticiparon que a finales de este mes tienen previsto reparar y modificar la cámara. Sin embargo, la vecina aseguró que hasta que no lo vean solucionado definitivamente no saben si realmente lo arreglarán o si volverá a colapsar dentro de poco tiempo.
El último incidente sucedió el miércoles pasado. Si bien la pérdida duró menos tiempo que en otras oportunidades y despidió menos agua, igual el camino quedó peligroso para transitar y lleno de fluidos cloacales.
Los habitantes no pueden hacer sus vidas normalmente y quienes tienen auto directamente quedan varados, sin poder ir a trabajar ni llevar a sus hijos a la escuela. “Es tanta la cantidad de agua que salió que estamos totalmente inundados nuevamente”, manifestó la mujer.
Cecilia dijo que enviaron muchas notas a la Municipalidad contando el problema y también pidieron audiencias con el intendente Maximiliano Frontera, pero no obtuvieron respuestas.
“No hay forma de que nos respondan. Nosotros lo único que queremos es que el intendente, como autoridad máxima de la ciudad, vea con sus propios ojos lo que está pasando para que nos pueda brindar una solución definitiva y no tener que estar siempre con lo mismo”, dijo la secretaria de la comisión vecinal.
A finales de mayo de este año, sucedió el primer desborde que les contaminó un canal de riego que utilizan habitualmente los productores para abastecer sus plantaciones. En su momento, un equipo de Obras Sanitarias logró frenar el agua, pero luego de cinco horas de que había empezado a perder.
El camino de tierra quedó con seis lagunas que tenían una profundidad de aproximadamente unos setenta centímetros cúbicos cada una. A la semana del “arreglo”, el caño volvió a romperse y a despedir fluidos cloacales con mucha intensidad, dejando las mismas consecuencias que la primera vez.
Cardini expresó que ya están agotados de lidiar siempre con la misma situación, sobre todo porque cada vez se rompe con más frecuencia.
El olor nauseabundo que emanan las aguas servidas es otro de los problemas con el que tienen que convivir los vecinos cada vez que la boca de tormenta colapsa. "Lamentablemente, en las fotos no se puede transmitir el olor insoportable que hay", concluyó la mujer, con indignación.
Redacción.


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