Admitió que mató por un pantalón para recibir solo 12 años de cárcel

Luciano "El Chucky" Villegas llegó a la instancia de juicio acusado de matar a otro hombre, con un pedido de pena de 18 años de cárcel. Pero está a un paso de lograr que solo lo condenen a 12 años de prisión por ese delito. Para conseguir esa reducción en la pena, el joven reconoció ante el tribunal de Villa Mercedes que lo juzgaría que efectivamente fue él quien asesinó a puñaladas a Luis Marcelo Escudero, el 15 de noviembre pasado. Si bien en la audiencia no admitió el crimen con lujo de detalles, las averiguaciones habían arrojado que lo mató porque aseguraba que la víctima se había adueñado de uno de sus pantalones. 

El imputado de 26 años admitió su responsabilidad en el crimen como parte del acuerdo al que arribaron su abogado, Pascual Celdrán, y el fiscal Néstor Lucero, en un proceso conocido como juicio abreviado. Tal procedimiento es aquel en el que las partes, tanto la fiscalía como la defensa, negocian una pena para el acusado con tal de que acepte su participación en los delitos que le endilgan. 

Villegas también manifestó su intención de someterse a un tratamiento psicológico y psiquiátrico en el Servicio Penitenciario, para controlar su adicción a las drogas. 

Los jueces Sandra Ehrlich, Virna Eguinoa y Sebastián Cadelago Filippi declararon la admisibilidad del juicio abreviado y comunicaron que en breve, en el transcurso de la semana próxima, confirmarán si finalmente aceptan la condena acordada.

El debate oral empezó el jueves 15. Antes de avanzar con la presentación del caso, en los alegatos de apertura, y las declaraciones de testigos, el defensor solicitó la realización de una serie de pericias médicas que en su momento no fueron hechas. Requirió estudios psicológicos, psiquiátricos y neurológicos porque, según resaltó, su cliente arrastra hace muchos años una fuerte adicción a las drogas y "hay que ver si eso incidió en su comprensión de la criminalidad de sus actos" al momento de asesinar a Escudero.

Argumentó que, en el período que cometió el crimen, "El Chucky" estaba "fuera de su eje" y era "el terror del barrio".

El abogado aclaró que si esos estudios comprobaban que su defendido no comprendía sus actos, eso no significaría que no le correspondería una sanción. Pero destacó que existen otras vías, como ser recluido en una institución especializada donde podrían tratarlo hasta asegurarse de que ya no constituya un peligro para nadie. 

El tribunal autorizó la realización de ese conjunto de estudios, pero, por lo visto, sus resultados no lograron cambiar el destino de Villegas y evitarle la cárcel. 

El fiscal recordó que el homicidio sucedió entre las 20:15 y las 20:30, en la casa que la víctima tenía en el barrio Eva Perón II. “El Chucky” llegó hasta Tomás Ferrari 1160 con la única intención de agredir al hombre de 38 años. La puerta de la vivienda estaba entreabierta, así que entró.

Según la reconstrucción hecha por la investigación del fiscal instructor Maximliano Bazla, primero, irrumpió en la casa, lo golpeó en la cara y, una vez en el patio delantero de la propiedad, le perforó la aorta, un pulmón y el corazón con una certera puñalada en el pecho.

Un rato antes de que asesinara a Escudero, un grupo de chicos había visto a Villegas deambular por las calles del barrio. Decía a viva voz que ese día tenía ganas de matar a alguien.

La prenda en cuestión

Unos días antes del crimen, "El Chucky" había sido detenido por robar la caja registradora de un negocio del Eva Perón II. 

Tras la sustracción, la dueña del comercio había salido a perseguir al joven por las calles, pero no logró alcanzarlo. En el camino, encontró la caja registradora vacía. Unos testigos que lo vieron escapar con la máquina contaron que Villegas lanzaba los billetes por "todos lados". 

Antes de que un juez definiera si lo enviaría al Penal, el abogado del imputado logró un acuerdo conciliatorio con la damnificada. La madre de "El Chucky" se comprometió a entregarle dinero a la víctima, además de pagarle el arreglo de una puerta, unas rejas y la caja registradora. La mujer le habría abonado unos 60 mil pesos.

Hecho el acuerdo, el joven fue liberado. Pero esa semana de encierro en un calabozo y la posibilidad todavía abierta de regresar a la cárcel no hicieron mella en él. Según habían comentado algunos familiares, cansada de las andanzas de su hijo, la madre de Villegas le compró un pantalón para ver si así conseguía tranquilizarlo un poco. 

Esa habría sido la prenda que luego le costó la vida a Escudero. De las averiguaciones se desprendía que, al menos, "El Chucky" creía que la víctima le había robado ese pantalón, probablemente la vez que se juntaron a tomar alcohol.