Recapturaron al preso que se había fugado: estaba en la casa de donde se había escapado
Policías de los departamentos de Homicidios, Investigaciones y de la Comisaría 10ª detuvieron a Félix Ariel Tobares. Fue sorprendido en la casa de su padre, cuando estaba con su pareja. La mujer fue demorada por encubrimiento.
Luego de cinco días de búsqueda, nueve allanamientos y presuponer que estaba en Córdoba, los policías de Villa Mercedes recapturaron a Félix Ariel Tobares. Irónicamente, lo hallaron en el lugar donde había conseguido evadir los guardias que lo vigilaban y escapar: en la casa de su padre, al sur de Villa Mercedes. El hombre, condenado a 17 años de prisión por cometer varios robos a mano armada, había logrado un permiso domiciliario de apenas cuatro horas para ser trasladado a dicha ciudad y visitar a su familia. A mitad de esa visita, logró escapar de los cuatro agentes que debían controlarlo.
El hombre de 36 años fue detenido en Uruguay 468. Los efectivos de los departamentos de Homicidios e Investigaciones de Villa Mercedes, en coordinación con el personal de Comisaría 10ª, lo ubicaron allí este martes, al caer la tarde. Estaba con su pareja y no tuvo tiempo de reaccionar e intentar huir otra vez porque "fue sorprendido".
La mujer, de apellido Urquiza, fue demorada. La aprehendieron por ser sospechosa de encubrimiento. Según trascendió, podría permanecer en una comisaría o dependencia policial por un lapso de 24 horas, a disposición de la Justicia. Cumplido ese tiempo, si el fiscal de turno no ordena su detención por el delito por el que fue demorada, la tarde del miércoles recuperaría la libertad.
Apenas unas horas antes, durante la mañana del martes, en una conferencia de prensa en San Luis, el jefe de la Policía, Pablo Vieytes, junto a la ministra de Seguridad, Nancy Sosa, habían informado que presumían que Tobares estaba en Córdoba. Incluso señalaron que ya tramitaban los permisos correspondientes para hacer procedimientos en la vecina provincia.
Tobares cumple su condena en la cárcel de La Botija. Una jueza de Sentencia le había otorgado el permiso extraordinario para visitar a sus parientes, en Villa Mercedes. Era solo por cuatro horas y con el único fin de "mejorar y afianzar su relación familiar con su padre". Para llevar a cabo la medida, el convicto debía contar con una "estricta custodia": eso implicaba cuatro guardias a su alrededor y refuerzos policiales afuera del domicilio, de calle Uruguay, donde se encontraba.


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