El comedor "Mis Peques" pide ayuda para seguir funcionando

El comedor “Mis Peques", ubicado en el barrio San José de Villa Mercedes, pide ayuda para seguir ofreciendo asistencia. Desde que le robaron dos veces, en menos de dos semanas, quedó prácticamente sin nada de mercadería para alimentar a las más de ciento cincuenta personas que recibe.

Azucena Cristina González, referente del lugar, le comentó a El Diario de la República que necesita todo tipo de alimentos: cajas de té, mate cocido, galletitas y fideos. Además, precisa personas que quieran colaborar para brindar apoyo escolar.

“Necesito la ayuda de todos, ya sea de organizaciones o ciudadanos particulares, porque el hambre no tiene bandera, ideas, ni nada. Lo más importante es darle a los que menos tienen”, expresó González.

Agregó que la situación está cada vez más difícil, porque antes quienes les donaban una caja de té con cincuenta saquitos, ahora le dan una de veinticinco.

Todos los fines de semana se les hace cuesta arriba poder brindarles un plato de comida a quienes no lo tienen en sus casas y por eso asisten al lugar. “Los chicos vienen igual, ellos no saben si hay o no hay. Vienen con frío y hasta mojados cuando llueve. Tienen hambre. Hay muchísima necesidad”, reveló la mujer.

Algunos de los niños que habitan por la zona no pueden ir a la escuela porque tienen muchas carencias, no solo de alimento, sino también de ropa, calzado y útiles. Entonces las madres no los mandan y por eso acuden al espacio solidario.

“Encima que está todo complicado, para nosotros es peor porque en los robos que sufrimos nos llevaron un montón de alimentos que teníamos guardados para hacerles de comer a las familias del barrio”, contó la referente.

Los dos hechos delictivos sucedieron en menos de dos semanas el mes pasado. En el primero les forzaron una puerta y se llevaron una garrafa, una licuadora y dinero. La segunda vez fue más grave, porque les robaron casi toda la mercadería que tenían, fideos, aceites, harina, cajas de puré de tomate, entre otros elementos que utilizan para realizar la comida.

Además, les sustrajeron ollas y las garrafas que les habían prestado luego del primer robo. También, por maldad, lastimaron a su perro.

La situación se agravó cuando la referente aseguró que recibió amenazas por parte de quienes le robaron y que en su momento denunció la situación a la policía, pero no tomaron medidas para protegerlos.

“Siento mucha tristeza por lo que nos ha pasado pero, aunque cueste, tengo que seguir adelante. Son muchos los chicos para quienes su único lugar de contención es nuestro comedor. No solo por la comida, sino por la atención y compañía”, dijo la mujer.

Por eso, apela a la solidaridad de la comunidad para continuar en funcionamiento. Quienes deseen colaborar pueden llamar al teléfono 2657-201673.

“Las puertas de mi casa y de mi espacio están siempre abiertas para que cualquier persona que quiera pueda acercarse y ver que lo que hacemos es realmente de corazón y exclusivamente para ayudar a los que menos tienen”, concluyó González.