Poggi, el viajero: vuelve la obsesión de la casa de San Luis en la India
Cualquier ojo desprevenido podría pensar que el fuerte de Claudio Poggi se constituye en las relaciones diplomáticas. Pero si se afina el olfato, detrás de sus acciones se esconde el espíritu viajero, de despilfarro, de derroche del dinero público.
Cualquier ojo desprevenido podría pensar que el fuerte de Claudio Poggi se constituye en las relaciones diplomáticas. Pero si se afina el olfato, detrás de sus acciones se esconde el espíritu viajero, de despilfarro, de derroche del dinero público.
Recientemente, mantuvo un encuentro con el embajador de la India en Argentina, Dinesh Bhatia, y le manifestó “el deseo de retomar el vínculo” que la provincia tuvo con ese país.
También hablaron sobre la posibilidad de cooperar en materia de fabricación de medicamentos y en tecnología de la información. Así, vuelve la obse$ión de la casa de San Luis en la India.
En el encuentro, Poggi estuvo acompañado por la secretaria de Vinculación Interjurisdiccional Gabriela González Riollo y el exdiputado nacional Alejandro Cacace. Bhatia se comprometió a concretar una visita oficial en suelo puntano durante agosto.
La movida rememora al viaje que concretó en 2013 junto a 29 empresarios, a instancias de una delegación institucional-comercial; también se habían unido a la travesía tres ministros e intendentes. Todo bajo gastos abultadísimos.
Pasión por viajar
Siempre con nutridas comitivas, Poggi tuvo la inclinación de efectuar viajes al exterior.
Durante 2011-2015, en lo que se constituyó en un “racimo de viajes”, Poggi y su esposa Sandra Correa, acompañados por una selecta comitiva, hicieron al menos 18 viajes por toda América y Latinoamérica con la excusa de los fallidos Juegos Panamericanos. No faltaron vuelos a destinos como México, Jamaica y Canadá.
A esto hay que sumarle otros viajes que, por otras razones, realizó a Roma (El Vaticano), India y Australia, entre otros destinos.
Una de esas excursiones fue a Polonia y se extendió por 23 días. Aunque en esa ocasión, además de la infaltable presencia de Sandra, también integró a la delegación a su sobrina Jorgelina Poggi y a quien era en ese entonces concejal de San Luis, Guillermo Araujo, hoy ministro de Educación.
Como se puede apreciar, el despilfarro en giras es un sello de Poggi. Desde el 10 de diciembre de 2023, viene repitiendo que no hay plata, habrá que ver si rompe el chanchito y el Gobernador viajero, como si hiciera un “viaje de regreso al pasado”, aprovechando el dinero de todos los puntanos, retoma sus recorridos por el mundo.
Cualquier ojo desprevenido podría pensar que el fuerte de Claudio Poggi se constituye en las relaciones diplomáticas. Pero si se afina el olfato, detrás de sus acciones se esconde el espíritu viajero, de despilfarro, de derroche del dinero público.
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