Su empleada doméstica le robó la tarjeta de débito y salió de compras

Una vecina de Villa Mercedes se dio cuenta de que la mujer que había dejado entrar a su casa, para realizar la limpieza, se había aprovechado del acceso que le dio. Lo notó al día siguiente, cuando fue a su banco, y advirtió que su cuenta bancaria estaba en cero. Fue entonces cuando se percató de que su tarjeta de débito había sido robada y exprimida al máximo. Le habían robado unos 125 mil pesos. No tardó mucho más en saber quién había sido la delincuente que se la llevó.

Una vez en el banco, la mujer trató de averiguar si, desde allí, podía rastrear en manos de quién estaba el plástico. Le consultó a los empleados bancarios sobre los últimos movimientos en su cuenta y le informaron que el último había sido en un supermercado de la ciudad. Por el lugar, el día, la hora y el monto la mujer supo que esa compra no la había hecho ella, sino la persona que le robó su tarjeta.

Se dirigió, entonces, hasta el supermercado en cuestión. Le explicó al personal del comercio lo que había pasado y, sin problema, en el local le exhibieron los registros de las cámaras de video, puntualmente la que está ubicada en una de las cajas de cobro.

En una de las filmaciones pudo distinguir, sin problema, que la persona que pagaba una de las compras, en el mismo horario que figuraba en sus movimientos bancarios y con una tarjeta de débito, era la mujer que había ido a limpiar su vivienda un día antes.

De acuerdo a los registros, la empleada doméstica había hecho cuatro compras, por un total de 125 mil pesos, precisó una fuente judicial.

La damnificada hizo la denuncia en la fiscalía de turno, donde ordenaron la detención de la mujer que sustrajo el plástico.

Al día siguiente, la trasladaron a los tribunales, para la audiencia en la que le informaron los cargos que le imputarían y las pruebas que, hasta el momento, había en su contra.

Los fiscales adjuntos Andrea Court y Marcelo Palacio le formularon cargos por "Estafa especializada por el uso de tarjeta de crédito y débito hurtada" y le solicitaron al juez de Garantías, Santiago Ortiz, que la acusada continuara detenida.

Las defensoras oficiales, Eliana Pradel y Laura Fornero, por su lado, señalaron que iniciarán su propia investigación. También adelantaron que, teniendo en cuenta el tenor y las características del hecho, evaluarán y analizarán si es posible negociar "una reparación del daño", lo que deja abierta  la posibilidad de un acuerdo de pago entre la víctima y la mujer que le robó la tarjeta.

Las defensoras pidieron, además, la nulidad del arresto porque "se trató de un procedimiento arbitrario".

El juez de Garantías resolvió confirmar la imputación contra la empleada doméstica por el delito de estafa, pero dejó sin efecto su detención. Indicó, entre sus argumentos, que no cumplieron con el procedimiento y dispuso la libertad de la acusada, quien, de todas formas está sujeta al proceso judicial.

Le impuso a la acusada una restricción de acercamiento, por cualquier medio, hacia la víctima por los siguientes cuatro meses y adelantó que tendrá en cuenta la posibilidad del "ofrecimiento de una reparación integral del daño".