La vieja confiable

La nueva película de la franquicia Alien, "Alien: Romulus", llegó a los cines para dar una bocanada de ciencia ficción con una fórmula infalible: humanos buscando un futuro mejor, xenomorfos asesinos y bots con actitudes que dan a entender que poseen sentimientos. 

El filme dirigido por Fede Álvarez, conocido por su trabajo en el género de terror, como “Evil dead” (2013) y “Don’t breathe” (2016), se posiciona como una entrega independiente dentro de la saga, situándose cronológicamente entre las películas “Alien” (1979) y “Aliens” (1986).

La trama sigue a un grupo de jóvenes colonos espaciales que se encuentran atrapados en una estación espacial abandonada, donde deberán enfrentarse a una colonia de xenomorfos, la icónica criatura de la serie. 

El elenco está compuesto por actores jóvenes como Cailee Spaeny, Isabela Merced y David Jonsson, lo que le da un enfoque fresco en comparación con las entregas anteriores. Además, Ridley 
Scott, director de la película original, está involucrado como productor.

Una escena eliminada en el filme "Aliens: el regreso" fue la que inspiró al director. Se preguntaba cómo se comportaría un grupo de personas civiles y sin conocimientos militares si se topaba con los aliens. La escena eliminada seguía a un grupo de jóvenes viviendo en la sede de la compañía, ya que en esas colonias viajaban adultos, adolescentes y niños, y se preguntó cómo se enfrentarían los adolescentes a un ataque.

Lo distintivo de este nuevo filme, además de la edad de los protagonistas, es que da un pantallazo del estilo de vida de los pobladores comunes y no de militares o científicos con misiones en el espacio. Este grupo joven de empleados de la corporación Weyland-Yutani vio fallecer a sus padres en las minas o por diferentes enfermedades causadas en ese entorno insalubre y sin contacto con la luz natural de algún sol. Hasta esta entrega solo se conocía a los androides o algún alto cargo o representante de la compañía. Pero en esta oportunidad vemos que, aunque cientos de años en el futuro, el humano sigue siendo la mano de obra más barata y funcional. Un futuro poco alentador con las condiciones actuales de la Inteligencia Artificial. 

Hasta acá llega la novedad de esta nueva entrega, el resto es una réplica de los momentos de tensión y asesinatos típicos de los xenomorfos; un filme cargado de referencias, dado que los protagonistas encuentran la nave perdida de “Alien I, Renaissance”.

El aspecto visual de la cinta está diseñado para replicar fielmente la atmósfera de la película dirigida por Ridley Scott. Desde los primeros minutos, el diseño de producción y el sonido evocan inmediatamente a la original. Viejas computadoras y botones luminosos. Este enfoque no solo sitúa temporalmente dentro de la cronología de la franquicia, sino que también transmite la sensación de un mundo envejecido y deteriorado, donde todo es sucio y podría desmoronarse en cualquier momento. Otro clásico que aparece es el de los aliens humanoides con partos traumáticos para sus madres y muertes vinculadas con liberarlos al espacio.

El maquillaje y la combinación de efectos especiales con CGI para dar vida al xenomorfo son impresionantes: desde los numerosos facehuggers animatrónicos que se desplazan por los pasillos, pasando por los distintos capullos que muestran la evolución del alien, hasta los restos de los androides esparcidos por la estación espacial, todo tiene una apariencia realista y una textura única.