Una chicana que tuvo una respuesta demoledora
La última sesión en la Cámara de Diputados de San Luis fue un reflejo contundente del alejamiento de los intereses de los puntanos que muestra el poggismo y su completa falta de orientación. No solo se aprobó el Presupuesto 2025, que congela partidas para los trabajadores, sino que, entre gallos y medianoches, se votó sobre tablas la polémica adhesión al RIGI. Desde las gradas las recriminaciones de ambientalistas y empleados estatales fueron constantes hacia los legisladores del oficialismo.
La última sesión en la Cámara de Diputados de San Luis fue un reflejo contundente del alejamiento de los intereses de los puntanos que muestra el poggismo y su completa falta de orientación. No solo se aprobó el Presupuesto 2025, que congela partidas para los trabajadores, sino que, entre gallos y medianoches, se votó sobre tablas la polémica adhesión al RIGI. Desde las gradas las recriminaciones de ambientalistas y empleados estatales fueron constantes hacia los legisladores del oficialismo.
En este clima de escándalo e indignación, algunos diputados oficialistas ensayaron el discurso ya trillado y que nadie cree de una “pesada herencia” y cuestiones similares para defender una gestión pobrísima y que le da la espalda a los puntanos.
En un determinado momento, cuando se debatía sobre la falta de remedios oncológicos, se dijo desde el sector del poggismo que durante la gestión anterior había existido un presunto vacunatorio VIP.
Azorada por una declaración tan ligera y carente de fundamentos, la diputada del Frente Unidad Justicialista, Silvia Sosa Araujo, quien fue ministra de Salud de San Luis durante la pandemia, pidió la palabra y dio una respuesta demoledora.
“¿Por qué no se denunció un vacunatorio vip? No hablemos de la pandemia de manera tan liviana, no hablemos de la pandemia sin saber. Fuimos la provincia que más vacunó en la Argentina, conforme a las prioridades. Basta de hablar gratuitamente. Puedo decir orgullosamente que fui la ministra de Salud durante la pandemia, fui una de las que más duró, así que tantos errores no debo haber cometido”, dijo con voz enérgica y entre sollozos.
Después de esta respuesta del lado del poggismo solo hubo silencio. El recinto había asistido a una chicana infundada respondida con una “bofetada” conceptual.
La última sesión en la Cámara de Diputados de San Luis fue un reflejo contundente del alejamiento de los intereses de los puntanos que muestra el poggismo y su completa falta de orientación. No solo se aprobó el Presupuesto 2025, que congela partidas para los trabajadores, sino que, entre gallos y medianoches, se votó sobre tablas la polémica adhesión al RIGI. Desde las gradas las recriminaciones de ambientalistas y empleados estatales fueron constantes hacia los legisladores del oficialismo.
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