“Un sincericidio” del senador Abdala que causó un tsunami

Parece que la tormenta de Santa Rosa durará por un largo tiempo más para Bartolo Abdala.

El senador nacional por La Libertad Avanza (LLA), que ejerce el cargo de presidente provisional del Senado, causó un "tormentón" al revelar en un canal de cable nacional, sin medir el impacto, que más de la mitad de sus 20 asesores trabajan en San Luis promocionando sus aspiraciones de ser gobernador de la provincia.

“Este sincericidio”, tal como lo definió el periodista y dirigente político Raúl Laborda en declaraciones a FM Lafinur, fue considerado como un papelón y sacudió las distintas esferas del movimiento libertario.

En medio de una avalancha de cuestionamientos, se rescató del archivo un video infantil del “Capitán Dulce” en el que participó el legislador sobre la prevención de los incendios forestales y como contraste de ello, ahora Abdala debe apagar un gran incendio que él mismo generó.

 

Reacción en LLA y renuncia en Merlo
Nación reaccionó tibiamente por ahora a través del vocero presidencial Manuel Adorni, quien transmitió que “si alguien quiere hacer política, la debe hacer de su bolsillo”.

En San Luis se escucharon diversas voces —en su mayoría críticas— y la misma tendencia se dio en las redes sociales.

“Por medio de la presente quiero informar que he decidido dejar de militar en el sector que conduce en la provincia de San Luis el senador Bartolomé Abdala dentro del espacio de Milei. Dicha decisión es tomada no solo por los hechos ocurridos recientemente y de conocimiento de toda la sociedad, sino por cuestiones que se fueron desarrollando a lo largo de estos últimos meses”, señaló en una carta pública la dirigente de la Villa de Merlo María Marcela Grendene.

Cinismo e hipocresía
Mientras se conocían detalles de la querella por el delito de peculado que el exjuez Guillermo Tiscornia le entabló a Abdala por “el desvío de servicios fuera de esfera concebida” y la posición de Adorni, el dirigente Raúl Laborda sostuvo:

“A la clase política en general le critico el cinismo y la hipocresía. Primero voy a aclarar que no defiendo a Abdala, pero los que componen la clase política no se pueden hacer los desentendidos de una realidad: que los senadores y diputados tienen una parva de dirigentes, parientes o amigotes que son todos ñoquis”.

“¿Qué me van a decir, que no sabían de esto? Creo que el senador ha tenido una especie de sincericidio a modo de inmolación lo que hizo. Todo el mundo sabe, también los periodistas, que es un resumidero de vagos el Congreso Nacional. Entonces, no hay que hacerse los hipócritas y me parece de una caradurez extrema que Milei y un grupo de libertarios se quieran desprender de Abdala cuando pagaron y cobraron la candidatura de Abdala. Carlos Kikuchi era el vendedor de Milei en plena campaña electoral que iba provincia por provincia. Ahora empieza el show hasta que aparezca otro tema que tape este escándalo”, sintetizó el exconcejal  capitalino y exdiputado provincial.