San Luis: histórica marcha LGBT+ contra el odio, el ajuste y el fascismo

Una marea multicolor copó este sábado las calles de San Luis. Cientos de personas se congregaron para decirle "basta" a los discursos de odio, al ajuste y al fascismo. En consonancia con la movilización federal, puntanas y puntanos se unieron en pie de lucha en una histórica marcha LGBT+. Hubo amplia convocatoria. 

 

 

La marcha pasó por el microcentro. Foto: El Diario. 

 

"Creemos que esto es histórico, lo que ha pasado en CABA y en el resto del país y del mundo nos emociona. Nos enorgullece que la Argentina esté despertando, es un gran paso para lo que viene. Así, de esta manera, se tienen que terminar los discursos de odio, alguien le tiene que poner un freno a Milei", manifestó la referente de la comunidad LGBT+ y de la Corriente Nacional Lohana Berkins, Zayra Guzmán Rojas, en diálogo con El Diario de la República. 

 

 

Los manifestantes al momento de iniciar la marcha. Foto: El Diario. 

 

"La verdad que no nos sorprenden las reacciones de Milei, sabemos que es fascista, racista y clasista, estas cosas pasaron y van a seguir pasando, recién estamos en un año de gobierno de él. Entiendo que a partir de ahora va a entender que una Argentina se pone de pie cuando se trata de defender los derechos de las personas", agregó.

 

 

La gente durante la concentración en la plaza Independencia. Foto: El Diario. 

 

Hubo manifestaciones en Villa de Merlo y en Villa Mercedes, donde se hizo sentir el clamor social. En la capital, la gente se congregó en la plaza Independencia. Desde allí el recorrido de la marcha tomó rumbo por calle Rivadavia en sentido sur-norte. Pasaron por la Iglesia Catedral, donde se exclamaron consignas que apuntaban a la separación de la Iglesia y el Estado; hubo una intervención simbólica. "Despertar el género humano", rezaban las pancartas. Desde allí siguieron hasta calle Junín y bajaron hacia Illia. Se dirigieron al Obispado. Luego dieron la vuelta y retomaron el recorrido hacia las instalaciones del Correo Argentino, donde se había montado un escenario para la lectura de un documento final. 

 

 

La marea multicolor trazó un encuentro histórico. Foto: El Diario. 

 

Bombos y pancartas llenaron las calles. La gente cantaba diferentes consignas: "Unidad de todas las maricas y al que no le gusta, fascista, fascista", exclamaban. Otros alentaban: "Señor, señora, no sea indiferente, se matan a travestis en la cara de la gente". En todo momento se dejó en claro una idea central: no se le va a permitir un agravio más al presidente. "No somos pedófilos", decían. 

 

 

Hubo una intervención simbólica en la Iglesia Catedral. Foto: El Diario.

 

La manifestación se desarrolló en un clima ameno, donde si bien se generalizó la bronca y el dolor por las atrocidades de un gobierno que tiene en su esquema de gestión al ajuste y al odio, hubo alegría y esperanza frente a la unión de diferentes sectores. La marcha sirvió para entender que la solución "está en la calle". 

 

 

"Tenemos que estar acá porque no podemos admitir que este gobierno siga generando violencia social y estatal en contra de las mayorías, somos mayorías las que estamos en situaciones límites: movimiento LGBT+, jubilados y jubiladas, migrantes, sectores populares, desocupados, políticas de memoria, verdad y justicia. Cuando el pueblo se une se logran muchas cosas, me emocionó la amplitud de la convocatoria de las asambleas a lo largo y ancho del país, no solo contra los discursos de odio sino por el concepto anti fascista, porque lo que se está formando es un gobierno fascista", puntualizó Clotilde de Pauw, de los Jubilados Autoconvocados. 

 

"La lucha no tiene que ser sectorial, tiene que ser compartida, colectiva. Convocamos a la gente a que no se resigne. Pertenecemos a un sector muy vulnerado, nos han quitado los remedios gratuitos, el salario mínimo de los jubilados es miserable. Lo que nos duele es la resignación, lo que no nos puede ganar es la resignación, no nos podemos resignar porque este no es el modo de vivir en democracia", agregó.

 

Documento final

 

Al concluir el recorrido de la marcha, la gente se juntó en las instalaciones del Correo Argentino. Allí, a modo de cierre, se leyó un documento que contiene los principales conceptos de la lucha. 

 

"Hoy más que nunca decimos: no tenemos miedo. Ante el fascismo, visibles y orgulloses. Entendemos que el discurso de odio expresado por Milei y sus funcionarios al vincular peligrosa y malintensionadamente a las personas de la diversidad con la pedofilia y apartar permanentemente a nuestras identidades está basado en la mentira y carece de cualquier base ética respetuosa por los derechos humanos. Estos discursos impulsan acciones violentas que poco tienen que ver con el país democrático que dicen representar. Nosotres no somos personas enfermas ni pedófilas. Defendemos la libertad. No vamos a tolerar retrocesos en los derechos conquistados. Al armario no volvemos nunca más", destacaron. 

 

Por otra parte indicaron que las amenazas son parte del plan político y económico de la extrema derecha internacional organizada, que busca aniquilar la disidencia, tal como lo demuestra el genocidio en Palestina y los ataques racistas y xenófobos en EE.UU. y en Europa, por ejemplo. Apuntaron que en el territorio nacional, este plan de mano dura viene de la mano de Patricia Bullrich y de los gobernadores de cada provincia. 

 

"En el territorio provincial este plan tiene nombre y apellido. Milei en San Luis se llama Claudio Poggi, gobernador de la provincia. Y Gastón Hissa, intendente capitalino. Ellos son los responsables directos de los despidos arbitrarios como el de compañeres a les que no se garantiza el cupo laboral trans", repudiaron. También cuestionaron el accionar de otros referentes como el de la ex presidenta del Concejo Deliberante, Agustina Arancibia Rodríguez, y el diputado nacional de La Libertad Avanza, Carlos González D'Alessandro. 

 

En otro tramo del discurso, expusieron dramas como los recortes a los programas de VIH, la falta de preservativos, los cupos laborales trans, el ataque a la ley de educación sexual, la necesidad de la separación de Iglesia-Estado, los problemas de las personas con discapacidad, la crisis en la salud mental, el vaciamiento de la interrupción voluntaria del embarazo, el ataque constante a los migrantes, entre otras cuestiones. 

 

"Nuestra lucha es de vida o muerte, nos encontramos ante un genocidio planificado", subrayaron. "Les decimos fascistas porque quieren eliminar nuestras formas disidentes de ser. No podrán con nuestra historia de organización y lucha", añadieron.

 

Al concluir, comentaron que seguirán en estado de alerta frente al escenario y manifestaron la necesidad de un gran paro general.