Un lugar feliz, donde siempre reina el optimismo

Desde el principio de la temporada, los programadores de “Al pan pan”, un espacio teatral de El Trapiche que todos los veranos realiza su propio festival, sabían que la situación iba a estar difícil. La decisión de suspender su icónico encuentro “Verano cultural en las sierras puntanas” –que tiene siete ediciones- se modificó con un ciclo en el que, alternativamente, actores y músicos de toda la provincia subieron a su renovado escenario.

Los organizadores se encontraron, entonces, con otro inconveniente, también esperado: la afluencia de turistas en la localidad fue, como en toda la provincia, mucho menor a la de años anteriores. Pero como hay pocas cosas que doblan el espíritu de dos emprendedores natos como Leonardo Olivieri y Violeta Scarso, los encargados de “Al pan pan”, el balance siempre es positivo. 

“Veníamos de tener una temporada atípica, una temporada complicada por todas las dificultades que venimos atravesando desde lo económico y sabíamos que iba a faltar el turismo de otras provincias, pero trabajamos muy bien con la gente de San Luis que venía a El Trapiche. Eso fue muy estimulante”, sostuvo Leonardo.

El viernes, con la actuación de Luis Palacio y su clásico “Chico folk”, la temporada tendrá su cierre y el balance para el gestor, aún en tiempos complejos, es positivo. “Vino gente que no conocía el teatro y eso ya es algo bueno; vino gente que no conocía a los artistas y nos permitió ser un vínculo, que es otro de los objetivos que nos propusimos”, señaló el también actor.

Durante los meses pasados, en el espacio hubieron funciones de títeres, magia y recitales en vivo de grupos que “trabajan sobre su propia identidad, su propia forma de contar las cosas”.

Los gestores consideran que en la provincia hay una producción muy variada de espectáculos para las infancias, que años atrás escaseaba. Y, por otra parte, que el público adulto también tiene sus propuestas creadas por actores de San Luis y dignas de ser vistas.

Al panorama que se asomaba a principios de año se sumó otro inconveniente referido al Instituto Nacional del Teatro y la posibilidad, todavía no confirmada, de dejar de ser un ente autárquico y pasar a formar parte de la Secretaría de Cultura de la Nación.

“Todo lo que hicimos –agregó Olivieri- tuvo el apoyo del Instituto Nacional del Teatro, que fue muy importante porque nos permitió, aún en estos tiempos tan complicados, trabajar en cuestiones que tienen que ver con el desarrollo y la sustentabilidad de nuestro proyecto”.

Pese a que la temporada tuvo sus accidentes, el grupo se pudo concentrar en mejorar la infraestructura del teatro y en cuestiones de comunicación y programación que servirán como modo de trabajo para el resto del año.