Escándalo tras el show de "Q Lokura": los trapitos acusan a un concejal de pedirles plata

Las miles de personas que disfrutaron el viernes a la noche del recital de “Q lokura” en Potrero de los Funes estuvieron ajenas a las irregularidades que se vivieron en los alrededores con los trapitos encargados de cuidar los autos de los asistentes.

La mayoría de los jóvenes que trabajaron informalmente en la zona dijeron que tuvieron que pagarle un canon de 10 mil pesos a Ignacio Olagaray, presidente del Concejo Deliberante de Potrero de los Funes y virtual candidato a la intendencia por el oficialismo. Se calcula que unos 80 jóvenes cuidaron autos en los alrededores de boxes.

La noticia corrobora una denuncia que el intendente de la localidad turística, Damián Gómez, viene formulando desde hace un tiempo y que refiere a que el Gobierno Provincial montó en Potrero una suerte de intendencia paralela que tiene a Olagaray como cabeza visible. Justamente boxes sería la sede del irregular edificio municipal.

Los trapitos que manifestaron su enojo con Olagaray aseveraron que el funcionario se puso “como si fuera el dueño de boxes”.  De hecho, el concejal argumenta la tenencia de un convenio con el Gobierno provincial que lo habilita para manejar esa zona de la localidad. De allí, a pedir “la colaboración” a los trapitos, hay un trecho.

Se calcula que unas 15 mil personas asistieron del recital, que significó la revancha del grupo luego de que el fin de semana pasado tuviera que suspenderse por la lluvia.

La actividad de los cuidacoches no está regulada en Potrero y fuentes municipales dijeron que los controles estaban circunscriptos a una zona específica y a momentos estipulados de la noche, con el fin de que los jóvenes no se excedieran con los precios.

Otro evento cultural organizado por el Gobierno de la Provincia fue la fiesta de la cerveza, donde Olagaray también tendría participación en la contratación de personal al que le paga por horas.