Nogolí: una escuela que espera el "bullicio" de los estudiantes y una terminal paralizada

A mediados de septiembre del 2023, la comunidad de Nogolí vivió un momento clave en el anuncio e inicio de una obra fundamental: un establecimiento de nivel inicial, primario y secundario, con una capacidad para 400 a 500 alumnos. Por entonces, los vecinos de la localidad del departamento Belgrano vivieron con hilaridad la medida, ya que se trataba de una infraestructura muy necesaria para la comunidad. Sin embargo, el colegio sigue esperando el "bullicio" de los estudiantes, en medio de la postergación.

Los trabajos fueron alcanzados por el recorte que impulsó el Gobierno provincial, de la mano de Claudio Poggi. Así, la institución que se proyectó con un diseño basado en la sustentabilidad y las energías renovables, quedó en el olvido. 

Según publicó en su pagina web El Espectador Puntano, el establecimiento se pensó para una funcionalidad con dos turnos. Y comprendió la quinta escuela con similares características que se había empezado a construir en la provincia. 

Con una traza innovadora, moderna y con espacios flexibles que permitirían desarrollar múltiples actividades pedagógicas, la escuela se planteaba como una respuesta a las necesidades de la gente. Iba a estar equipada con mobiliario lúdico y no convencional. 

Sin embargo, por acciones caprichosas, Nogolí ve de primera mano cómo se estancó la obra. En la actualidad, cuando miles de alumnos del territorio puntano comenzaron las clases, la localidad observa con amargura un área vacía, sin estudiantes que aprovechen al máximo de un espacio fundamental. 

La terminal, paralizada

Otra obra frenada en Nogolí es la nueva terminal de ómnibus. Para inicios de septiembre del 2023, la proyección registraba un 70% de avance (junto con la terminal de La Punta). Esta nueva edificación formaba parte de un trabajo en conjunto entre el anterior Gobierno de San Luis y el por entonces Ministerio de Transporte de la Nación, gracias a la firma de convenios de asistencia técnica y económica. 

La nueva edificación no solo cambiaría la fisonomía del lugar, sino que aportaría modernidad, mayor seguridad y confort a los pasajeros y choferes de colectivos. La disposición del predio comprende 4 dársenas de estacionamiento de colectivos, sector de estacionamiento para autos particulares, taxis y remises, café/bar, locales comerciales y un espacio para las boleterías y la información turística. 

Sin embargo, lejos de explotar las operatividades para la que fue proyectada, la terminal se encuentra en medio de la amnesia oficial. Incluso, los vecinos sostienen que el espacio se está transformando en un foco de inseguridad. Una verdadera pena, que genera rabia y hartazgo. 

La gente está indignada por la falta de interés en el pueblo. Piden que las autoridades concluyan las iniciativas y le den la operatividad necesaria.