Semanas de "caos" en Dosep: fallas en el sistema, tokens caídos y personal "sobrecargado"

Dosep enfrenta una enorme crisis desde hace al menos un año. No es novedad que afiliados y empleados adviertan distintos dramas, de los cuales la mayoría afectan seriamente a los trámites más elementales para la gente. En una saga que parece interminable, ahora el "nuevo capítulo" arroja en San Luis fallas en el sistema informático, tokens caídos y personal "sobrecargado" que no puede suplir las -evitables- exigencias. 

De acuerdo a lo que manifestaron distintas fuentes en diálogo con El Diario de la República, que por temor a represalias optaron por mantener en reserva sus identidades, hace 10 días que la mutual atraviesa un cúmulo de problemas, en los que las soluciones llegan a "paso de hombre".

Según describieron, entre los principales obstáculos se registró la caída del sistema. Literalmente, tenían a las personas "de arriba a abajo", en medio de idas y vueltas. Hubo parte del personal, como los cajeros, que en una de las últimas jornadas se tuvieron que quedar hasta las 17 porque "no funcionaba nada". 

En esa línea, tampoco andaba la web y se cayeron los tokens, en definitiva, Dosep estaba prácticamente fuera de operatividad. No es noticia nueva que el sistema se encuentre entre la espada y la pared, más bien es el símbolo repetido del desmoronamiento institucional que atraviesa la gestión. 

"Esto causa mucha rabia. La verdad me enojé con la empleada que me atendió, sé que no tiene la culpa, pero es tal la falta de empatía de los que manejan esto que uno explota. Al final me fui sin ninguna respuesta y con el recuerdo de un día horrible", contó Silvio, un vecino que había acompañado a su papá -un adulto mayor- a hacer trámites a la mutual. 

"Recién este miércoles empezó a funcionar un poco mejor, pero esto hace días que estaba mal y la gente deambulaba de una oficina a otra", dijo una de las fuentes internas de la obra social. 

Aún así, a pesar del "parche" que vino a "solucionar" los inconvenientes, todavía hay funciones informáticas que no se solucionan y que son primordiales para distintas tareas administrativas.

"Insultos" y "sobrecarga" laboral

Si bien -haciendo una lectura rápida del escenario- se puede inferir que el mayor inconveniente lo viven los usuarios, que están "presos" de las falencias e impericias de las autoridades, la realidad es que el personal de Dosep también es altamente perjudicado. 

Por un lado, los trabajadores se ven hostigados en cuanto a la "sobrecarga" laboral. Hay jornadas que se extienden como consecuencia de los problemas en el sistema, al igual que nacen innumerables cuestiones que tienen que resolver sobre la marcha y que son sumamente "evitables", es decir, si el sistema funcionara eficientemente y se dispusieran los recursos técnicos y humanos en su máximo potencial, hay situaciones que los empleados no tendrían que "superar" o "sortear". 

Un ejemplo es lo que ocurre en una parte orientada a los jubilados de Dosep, en las oficinas de Rivadavia y Ayacucho. Allí, literamente hay una persona cada día para atender a una importante cantidad de gente. Ello provoca estrés en el personal y genera que los jubilados tengan que andar "a las vueltas", "milagreando" un trámite.  

Todas estas circunstancias, provocan indignación, rabia, enojo. Y los afiliados, en gran parte, depositan ese fastidio en los empleados. Es así que, a diario, los trabajadores tienen que "aguantar" una catarata de insultos y malos tratos, de parte de las personas que ya no dan más ante las falencias de la mutual. El camino se bifurca en dos focos damnificados, que parecen estar de un lado y del otro, pero en realidad son víctimas de la impericia y los únicos responsables del atropello son las autoridades, que lejos de "dar la cara", "brillan por su ausencia".

Entre las complicaciones, también se registra lo que pasa con la limpieza. "Ya van por el tercer contrato y ninguno resulta; no les dan los insumos necesarios", aseguraron.