Triunfo de Adorni en CABA: la desilusión con la política fue la opción más votada
Con apenas el 53,61% de participación, la más baja desde el regreso de la democracia, Manuel Adorni ganó las elecciones legislativas porteñas. El oficialismo nacional se impuso con fuerza, mientras el PRO confirmó su declive y el peronismo no logró despegar. La Libertad Avanza se consolidó como fuerza dominante en la Ciudad.
En una jornada marcada por el ausentismo récord, Manuel Adorni, el vocero presidencial, se quedó con la victoria en las elecciones legislativas 2025 de la Ciudad de Buenos Aires. Con el 90% de las mesas escrutadas, la lista de La Libertad Avanza (LLA) se imponía con el 30,02% de los votos, seguido por el peronista Leandro Santoro con el 27,46%. Muy por detrás quedó Silvia Lospennato, del PRO, con el 15,89%.
La elección fue un claro espaldarazo para el gobierno de Javier Milei, que apostó a una boleta sin su apellido, pero con su impronta política. El resultado también consagró la estrategia de Karina Milei, que impulsó listas puras de LLA como forma de consolidación nacional. El triunfo sobre el PRO fue especialmente significativo: la diferencia fue de casi 15 puntos y representa un golpe directo a la figura de Mauricio Macri, que tuvo una activa participación en la campaña.
El dato más preocupante de la jornada fue la participación: votó solo el 53,61% del padrón, el nivel más bajo desde 1983. Ni el buen clima ni la Boleta Única Electrónica evitaron una fuerte desafección ciudadana. En comparación, en 2019 había votado el 79,8% y en 2023 el 76,7%. La gran mayoría eligió no participar, dejando en evidencia el desencanto social con la política y sus representantes.
El PRO, que gobernó la Ciudad durante 18 años, no logró ganar en ninguna de las 15 comunas porteñas. El retroceso de la fuerza amarilla fue evidente y pone en crisis el modelo político que alguna vez supo dominar el distrito. La decisión de desdoblar las elecciones locales de las nacionales —impulsada por el macrismo— terminó siendo contraproducente y profundizó la atomización del espacio.
Por fuera del podio, el exjefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta obtuvo un 8,08% de los votos, consiguiendo su banca y la de Guadalupe Tagliaferri. El resto de las fuerzas quedó por debajo del 3%, sin lograr ingresar a la Legislatura: Vanina Biasi (3,2%), Ramiro Marra (2,63%), Paula Oliveto (2,48%), Lula Levy (2,31%), Alejandro Kim (2,05%) y Ricardo Caruso Lombardi (1,68%) fueron algunos de los nombres que completaron el listado.
Con este resultado, LLA sumará diez bancas en la Legislatura porteña, reforzando el poder del oficialismo nacional desde el corazón de la Ciudad. La victoria también pone presión sobre el armado de alianzas de cara a las elecciones en provincia de Buenos Aires. En este contexto, muchos ya anticipan una fuga de dirigentes del PRO hacia el espacio libertario, que se afianza como nueva referencia de la centroderecha.
Pero más allá de los números, la gran ganadora de la jornada fue la abstención. La apatía, la bronca y la falta de expectativas hacia la dirigencia política marcaron la elección más desangelada desde el retorno democrático. Un dato alarmante que interpela a toda la dirigencia y deja en evidencia que el mayor adversario del sistema democrático ya no es una fuerza política, sino la indiferencia.


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