Otra promesa incumplida: el barrio La Vecindad sigue sin luz y exige respuestas

Vecinas y vecinos del barrio La Vecindad volvieron a manifestarse para exigir soluciones concretas a una demanda básica: el acceso a la electricidad. Pese a las promesas públicas del Gobierno provincial, la obra de conexión sigue sin concretarse, y desde la comunidad denuncian una nueva burla a su dignidad.

“La empresa ya confirmó la factibilidad técnica, pero el financiamiento no aparece. Nos prometieron luz, pero mintieron. Solo querían que levantáramos la protesta”, expresan referentes barriales.

Ante esta situación, la Asociación Civil Barrio La Vecindad difundió un comunicado dirigido al Estado provincial y municipal. En el texto, reclaman la conexión de luz legal y segura para todos los hogares, y señalan que el acceso a la energía eléctrica es un derecho fundamental y esencial para el desarrollo digno de sus vidas. Explican que la falta de electricidad afecta directamente la salud, la seguridad y la calidad de vida de la comunidad, y recuerdan que se trata de un servicio público que debe ser garantizado por el Estado.

La asociación sostiene que sus exigencias no son un capricho, sino una necesidad básica. Reclaman que el Gobierno provincial asuma la responsabilidad de realizar la obra, invierta en la infraestructura necesaria y garantice un servicio eléctrico eficiente y seguro.

El comunicado también advierte sobre las consecuencias de la inacción: la ausencia de luz legal agrava las condiciones de vida de las familias y obstaculiza el desarrollo económico y social del barrio. Por eso, llaman a una acción urgente. Piden que se tomen medidas inmediatas, que se abra un canal de diálogo con los vecinos y que se garantice la participación ciudadana en la toma de decisiones.

“Esperamos que este comunicado sea tomado en serio y que se tomen las medidas necesarias para garantizar el derecho a la energía eléctrica en nuestra provincia”, finaliza el documento.

Mientras el Gobierno guarda silencio, La Vecindad insiste en visibilizar su reclamo. No hay soluciones. No hay obras. Solo promesas incumplidas y una necesidad urgente: que la luz llegue, y que llegue como un derecho, no como una dádiva.