San Luis le dijo "no" al ajuste en discapacidad; también reclamó mejoras para jubilados
La "asfixia" en la que se ven inmersos diferentes sectores de la sociedad, está al límite. Piden "empatía" y "sensibilidad". Repudiaron los vetos de Milei.
Un importante número de vecinas y vecinos, instituciones, organizaciones, asociaciones, autoconvocados, se congregaron este miércoles en la plaza Pringles de la capital puntana, para repudiar el escenario de ajuste en discapacidad que aplica el Gobierno de Javier Milei. En un encuentro lleno de amor, empatía y compromiso, decenas de personas exigieron medidas urgentes para revertir el trágico contexto de embate hacia los sectores más vulnerables. Al concluir la protesta, los manifestantes se unieron al reclamo de los Jubilados Autoconvocados, que gritaron "basta" ante un presente infernal.
La convocatoria se centró en la esquina de Junín y San Martín. Desde ahí, marcharon por Junín, tomaron Rivadavia, continuaron por Pringles y retornaron por San Martín. Dieron una vuelta y media a la manzana y luego bajaron por la plaza, desde las inmediaciones de la Iglesia Catedral hacia la esquina frente al Colegio Nacional. Los tambores y bombos replicaron la indignación que provoca la falta de solidaridad, el ninguneo y las acciones egoístas de un Gobierno que pasa la motosierra por los espacios que más asistencia necesitan.
No pocos vehículos que pasaban por la zona, daban muestras de apoyo con vocinazos. Al concluir la protesta, una mamá de una chica que se encontraba en la marcha, Alejandra, agradeció la presencia y la participación. "El hecho de estar juntos es abrir las puertas para seguir adelante. Les vamos a dar donde más les duele: seguiremos luchando por nuestros hijos, vamos a seguir luchando, no nos vamos a rendir", remarcó ante un aplauso unánime.
El clamor por más "sensibilidad"
Pedro Sposetti, uno de los directivos del Centro Educativo VITA, remarcó que la concentración tuvo el eje central de repudiar el veto a la Ley de Emergencia en Discapacidad y subrayó que el Gobierno "tiene que sensibilizarse". "Están ahogando a los centros, a los prestadores, a los profesionales. Se puede venir abajo todo, con muchos cierres de lugares, con una desfinanciación maquiavélica", lamentó.
Contó que los recortes comprenden una simbiosis compleja, donde se perjudica principalmente a las familias y a las propias personas con discapacidad, que pierden derechos elementales. Pero también irrumpe en los trabajadores del sector.
Especificó además que el país pasa por un drama político en el que hay una "descreencia" generalizada, que se tradujo en una opción que castigó a las políticas que más ayudaban al desarrollo social.
"Es una parte de una derecha muy fuerte, con insensibilidad frente a la discapacidad, a los jubilados. Toda la Argentina es vapuleada. Una postura de derecha no gobierna por el pueblo nunca", definió.
"La discapacidad nunca se va a acabar. Vamos a convivir siempre con la discapacidad. Personas que trabajen con estos sectores, siempre van a existir. Nos queda la vocación, no hay que perder la vocación, para seguir con fuerza y lograr que ese camino sea posible para el futuro de la gente", concluyó.
La unión de dos reclamos indispensables
Al cerrar la manifestación de discapacidad, se acercaron referentes de los jubilados autoconvocados a mostrar apoyo por el reclamo. Y en medio, plantearon la chance de unir ambos contextos para confluir en una marcha clave. Sin dudar, todos los presentes coincidieron en sumarse a la protesta.
Los jubilados se concentran en las inmediaciones del Correo Argentino todos los miércoles. Esta vez, el repudio fue encabezado por los referentes de discapacidad. Grandes y chicos dieron apertura a la marcha, que arrancó minutos después de las 17:30.
De igual manera, recorrieron toda la manzana de la plaza Pringles. La protesta fue el símbolo más claro de dos sectores olvidados, vapuleados, pero que con esperanza y amor al prójimo luchan por sus derechos más elementales.


Más Noticias