El "Gato" campero, matero y asador
El dirigente peronista recordó sus epocas de estudiante en Santa Fe y cómo nació su apodo de aquella época. "Le ponía peperina al mate y me quedó Pepe".
Detrás del dirigente que polemiza con Milei hay un hombre de costumbres bien puntanas. Jorge “Gato” Fernández nació literalmente en el campo, en un paraje cercano a Tilisarao, donde su madre fue asistida por un médico rural. Su infancia estuvo marcada por la vida entre tranqueras, ganado y cultivos bajo riego. “Siempre estuvimos vinculados a la actividad ganadera y agrícola”, recuerda, con la naturalidad de quien nunca se despegó del paisaje serrano.
El mate es su compañía diaria: “Soy muy matero, tomo dos o tres termos por día”, cuenta. Empezó en Santa Fe, cuando estudiaba abogacía, y allí adoptó el mate amargo, aunque al principio lo endulzaba con peperina que llevaba desde San Luis.
Esa costumbre puntana le valió su apodo estudiantil. "Me decían 'Peperina" y después quedó Pepe". Ese ritual se mantiene intacto, incluso cuando viaja en ruta o asiste a reuniones políticas. Y, cuando se junta con sus amigos de su época de universitario, aún me dicen: "Pepe..."
La pasión por el asado completa la postal. “Me jacto de ser buen asador”, dice entre risas. Para él, encender el fuego no es solo cocinar: es un pretexto para el encuentro. “Lo más lindo es compartir, juntarse a comer un asado con amigos o en familia”, asegura. Fernández disfruta también de manejar largas distancias, casi siempre con el mate a mano, y de caminar varios kilómetros cada día, hábito que cuida por salud y por placer.
“Hay gente que no quiere irse del campo, y la entiendo: el desarraigo cuesta mucho”, reflexiona. Esa raíz campera se traduce en su forma de vivir y en su manera de mirar la política: cercana, de mate en mano, con tiempo para la charla larga y el fuego encendido


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