El juego de los distraídos

Hay algo que dijo Néstor Kirchner, que lo define a él y al gobierno nacional. En una oportunidad se reunió con los empresarios y a la salida Kirchner respondió categóricamente: "No se coman el amague de lo que yo diga. Ustedes miren lo que yo hago, que es lo que vale". A los Kirchner nunca hay que mirarlos por lo que dicen, sino por lo que hacen. En este tema económico, lo que hizo el señor Kirchner fue negar la deuda interna y favorecer el pago de la deuda externa. 
Cuando Adolfo suspendió el pago y mandó a investigar la causa de la deuda, Kirchner con Duhalde tomaron un camino distinto, decidieron no investigarla, borrar la causa y ponerla en jurisdicción del juez Griesa en Nueva York. Esto es lo que hizo. Lo que dicen es otra cosa, haciéndose los revolucionarios.
Con respecto a la deuda de San Luis, antes de que conociéramos a Kirchner, tuve una entrevista con él, cuando la Nación tenía una deuda con la provincia por los fondos depositados en dólares por San Luis en el Banco de la Nación. La Corte Suprema de la Nación había declarado sobre esos fondos que debía devolverlos en dólares. El fallo de la Corte tampoco era muy bondadoso ni generoso con San Luis porque decía, más o menos así: "Cuando al gobierno de la Nación se le dé la gana". Nosotros iniciamos la ejecución, pero como era "cuando al Gobierno de la Nación se le diera la gana", era nunca.
Tuve una reunión con Kirchner que conocía perfectamente de qué se trataba. Le sugerí que pague lo que quería… llamémosle en blanco, clarito. Y el resto de lo que debía, porque tenía que pagar en dólares, lo convertimos en obras. Ese monto daba como resultado la construcción del dique Saladillo y Las Palmeras, más alguna autopista.
Estuvo de acuerdo, firmó, dijo. Pero después, cuando llegó el momento, nunca lo pagó, nunca lo reconoció, se hizo el distraído y nunca quiso. Está escrito y esto está en la Corte Suprema, porque más allá de que fue un acuerdo acerca del pago, él asumió un compromiso nuevo: pagar lo que él quería y el resto de otra manera, como aparentando que no era el tema de la Corte, pero era ligado al fallo. Nunca lo pagó, quedó en deuda. Argumentaron que faltaba el certificado A, B o C y los De Vido, Cristina y todos estos pillos se olvidaron, o se hicieron los distraídos.
La Nación tiene con la provincia otras deudas, por ejemplo de la Coparticipación Federal. Los fondos coparticipables son todos los impuestos. En alguna época, la Nación se quedaba con el 50% por el hecho de cobrarlos, por hacer de "cobrador", y el resto era para las provincias. Pero con el tiempo le fueron quitando y hoy es el 26%, mientras que el 74% queda para la Nación.
Para esto hubo que dictar leyes especiales y San Luis nunca aceptó que le quitaran. Nación le debe, por coparticipación adeudada, no pagada y robada a la provincia, montos que se van acumulando año a año. Además hay fondos, como el vial federal, que tiene el compromiso de reconocer que mientras más autopistas se hacen, más se distribuye el fondo en los que hacen la obra, se premia al que hace. Hay que pensar todo lo que ha hecho San Luis. ¿Quién lo puede negar? Lo niegan el Fondo Vial Federal y los Kirchner.
Toda esa plata nos han robado, con un descaro total. Tenemos una suerte de mercenarios puntanos, nacidos acá y viviendo acá, que se hacen los distraídos y favorecen al gobierno nacional. La Nación les tira "migajas" para que tengan un discurso como tienen todos los kirchneristas de acá, incluso los radicales, ninguneando la deuda que tiene la Nación con San Luis. Ni siquiera son los intereses de lo que nos deben lo que le tiran a ellos, los compran por un asado o por una caja de bombones a estos mercenarios.
Durante mi gestión, la Provincia de San Luis hizo cada uno de los juicios, que son cerca de 14 ó 16 causas, sobre las que la Corte nunca se pronuncia. Es una Corte que responde al teléfono de los Kirchner, aunque parezca que fue un logro de ellos haberla logrado. Sí, es un logro personal para ellos, porque los favorece de forma descarada, rompiendo el Pacto Federal. La Corte Suprema es la garantía del cumplimiento de los derechos y obligaciones de la Nación con las provincias y de las provincias con la Nación.
Está roto el Pacto Federal, está incumplida la palabra del gobierno nacional. Hay una deuda que no nos pagan y día a día se acrecienta. También hay una deuda del ninguneo que le hacen a la Provincia de San Luis cuando le dan a otros y a nosotros no. Está la deuda también de 5 mil viviendas que fueron desviadas, que eran de la Provincia de San Luis y cuyos fondos los mandaron a Tucumán. La esposa del gobernador de esa provincia es presidenta del Senado. 
Como hay tanta incomprensión y tantos que en San Luis buscan que no se pague la deuda -ya sean los kirchneristas, La Cámpora, los Ponce, los radicales, Riccardo, que hacen todo lo posible para que la Nación no cumpla su deber con la provincia- todo se hace muy difícil. En mi gestión llamé a una consulta popular para que la Provincia de San Luis se pronunciara. Todo el pueblo de San Luis se pronunció para que se reclamara judicialmente a la Nación y se reclamara, si la Nación se hacía la distraída, ante los organismos internacionales.
La deuda, que Adolfo dijo 16 mil millones de pesos, es alrededor de mil millones de dólares, hoy deben ser un poco más.
Este tema tiene que ser una campana que suene permanentemente en el corazón de los puntanos, sobre todo lo que nos deben. Tenemos que luchar y luchar mucho tiempo hasta que se haga justicia.