Crece la indignación por el crimen de la pequeña de cinco meses que fue asesinada a golpes por su padre. Cerca de las 20:30 del sábado, la Policía recibió dos llamados anónimos en los que avisaban que un grupo de personas atacó la casa de Lavalle 1934, en el barrio San Martín.
Los manifestantes rompieron un vidrio de la puerta principal, intentaron prender fuego una medianera de tela media sombra y alambrado, lanzaron varios ladrillos al interior de la casa y se robaron la moto de un hermano de Mario Molina.
La lluvia evitó que la tela plástica ardiera y la llegada de los móviles dispersó a los indignados atacantes.
Cuatro móviles permanecen en el lugar, algún vehículo podría quedar custodiando que los ataques no se repitan.


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