Un plan ideal para los pequeños productores

El motor del campo está en cada uno de sus productores. A veces sólo hace falta un impulso para movilizar todo ese capital diseminado en las distintas regiones de la Argentina. Este envión es el que intentará generar “Cambio Rural II: inversión e innovación”,  que acaba de ser lanzado oficialmente en todo el país por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación para apoyar a los pequeños productores.

El objetivo del programa es que los productores innoven, se asocien, generen y gestionen proyectos que generen valor agregado.

El estreno formal en San Luis fue este mes, aunque el programa está en marcha desde julio. La jornada de presentación contó con la participación de funcionarios de esa cartera y del INTA, la entidad responsable de la coordinación operativa y la ejecución presupuestaria. En el acto estuvieron el coordinador nacional del programa, Walter Martín; el responsable de Gestión Provincial, Norberto Onetto; el director de la Estación Experimental Agropecuaria INTA San Luis, Javier Genoves; y el coordinador nacional de Transferencia y Extensión, Guillermo José Trimboli.

El plan cuenta con un presupuesto de 420 millones de pesos para invertir en innovación, un esfuerzo económico abultado necesario para generar un cambio rural,  y con más de 350 agencias de extensión del INTA que aseguran la llegada a todos los rincones del país. Renovada, esta segunda parte del programa seguirá en sintonía con su antecesor, el tradicional “Cambio Rural”, aunque tendrá tintes nuevos porque pondrá el acento en el agregado de valor en origen, en las iniciativas que midan el progreso de cada productor, y ampliará la base de beneficiarios.

Estará destinado a las pymes agropecuarias y familias agricultoras con posibilidades de capitalizarse o ya capitalizadas, que realicen actividades productivas agrícolas, ganaderas, forestales y frutihortícolas, entre otras, relevantes para las economías de su entorno.

“Cambio Rural II vio el proceso de transformación del campo y detectó los sectores más endebles”, explicó el director del EEA local, Javier Genovés, que agregó que el primer programa tomaba en cuenta la capacidad de inversión de los productores y el volumen de sus operaciones, “algo que ahora no pasará porque buscará incluir a los agricultores familiares” por la importancia que tienen en la subsistencia de sus hogares y para orientarlos en el mercado.

Otro gran cambio será que el énfasis estará puesto en aquellos proyectos que, además de agregado de valor, incorporen tecnología e innovación y en ese tramo generen empleo genuino y promuevan el desarrollo de sus localidades. “Esto es importantísimo porque se aceptará a los transformadores de materia prima con lo cual puede entrar cualquier empresa pequeña, desde una planta extractora de miel, a un frigorífico, o fabricante de dulces”, comentó Genovés durante el encuentro con la prensa.

Punto de partida

El programa está abierto y seguirá su marcha durante el verano. Si bien respeta sus orígenes, no hace falta que los interesados hayan formado parte del Cambio Rural original. Pero ante todo, estos pequeños productores deberán contactarse con el INTA de su zona para luego trabar relación con otros de su zona y armar los grupos. Aunque lo más recomendable es que recluten interesados de su región. De una u otra forma, el grupo debe tener ocho integrantes para empezar a trabajar. “Esto es lo que más tarda, pero una vez que se conformó el procedimiento burocrático dura un mes”, indicó Genovés.

Consolidados los equipos, la idea es que estos eslabones que hasta ahora trabajaban aislados, se asocien, se fortalezcan para integrarlos a un mercado más amplio, sobre la base de relaciones con organizaciones públicas, privadas y de la sociedad civil. “Lo bueno es que no hay un cupo limitado de conformación. A medida que se van generando se va viendo cómo darles forma”, aseguró el director del Instituto local.

Los grupos  estarán dirigidos por un promotor asesor, “elegido para facilitar la gestión integral de los emprendimientos de ese equipo concreto durante tres años”. Este profesional será seleccionado por los propios integrantes del grupo y trabajará en conjunto con ellos en la formulación e implementación de planes de mejora individuales y grupales, elaborados de manera participativa.

A su vez, el promotor estará apoyado por agentes de proyecto, quienes  estarán vinculados a las mesas de trabajo con el INTA. Por eso, este profesional será el encargado de acercar herramientas e instrumentos de financiamiento para promover procesos de innovación en sus equipos.

Para acceder al programa, los productores deberán desarrollar, junto con el promotor asesor, un plan de mejoras que incluya metas productivas, económicas, ambientales, comerciales, financieras y sociales, para lo cual el programa brindará herramientas de apoyo técnico y financiero para la comercialización, además de capacitación, apoyo a la inclusión de jóvenes y un servicio informático de intercambio de información y actualización para técnicos y productores, entre otros.

Las propuestas para la conformación de los nuevos grupos ingresarán a través de las Unidades de Extensión y Desarrollo Territorial del INTA en San Luis y se evaluarán en función de su coincidencia con los objetivos de los Proyectos Regionales con Enfoque Territorial ejecutados por la EEA del INTA en el territorio provincial, además del grado de inclusión de aspectos básicos como género, los jóvenes y la articulación institucional que propongan.

En todo el país, el Programa priorizará la conformación de grupos integrados mayoritariamente por jóvenes, que promuevan la equidad de género, el acceso y uso eficiente del agua de forma integral, o grupos que en su propuesta hayan identificado el acceso y optimización de fondos específicos.