El Colegio de Ingenieros asesorará a la Intendencia de San Francisco

Por primera vez en 66 años, el Colegio de Ingenieros  de San Luis firmó un convenio para cooperar y asesorar a una Municipalidad de la provincia. Así, la localidad de  San Francisco, que ha experimentado un fuerte crecimiento de la obra privada en los últimos años, contará con el servicio de los profesionales para el relevamiento de obras privadas y la revisión de planos.

500 son los ingenieros y técnicos matriculados y habilitados por el Colegio de Ingenieros.

El acuerdo, rubricado ayer a las 11 en la sede de la institución ubicada por calle San Martín,  implica que la organización realice un relevamiento de las obras en construcción y la elaboración de un informe para que la Comuna tome las medidas necesarias. Además, el Colegio aportará personal técnico para asesorar a los funcionarios sobre la documentación a presentar y los requisitos que deben aportar los inversores privados.

Los profesionales ayudarán también en la regularización de los papeles. El presidente de la institución, Alejandro Kane, comentó que la presentación del visado es importante para cualquier proyecto. La falta de esta exigencia en los barrios del sur los llevó a tener un roce con las casas edificadas por la  Municipalidad de San Luis.

El Concejo Deliberante de San Francisco dictó hace pocos meses el nuevo código urbanístico, una idea impulsada por el edil de Frente para la Victoria, José Luis Manso. “Esto no obedece a una cuestión particular. Estamos aplicando ese reglamento y nos dimos cuenta de que nos queda chica el área de control municipal. Necesitamos capacitación y el apoyo de profesionales. Cada día sumamos inversores de afuera y queremos que la construcción vaya acorde a las ordenanzas”, comentó el intendente de la localidad, Juan Carlos Eduardo.

Los profesionales ven que las obras privadas edificadas de manera irregular es un fenómeno común en la provincia. “Éste es un anhelo de la comisión directiva. En defensa de la Ley 365, que regula la profesión de Ingeniería, ofrecimos el apoyo del personal técnico para la inspección de obras dentro del ejido municipal para que no prosperen las construcciones irregulares”, comentó Kane.

El especialista comentó que en las diferentes intendencias notaron “el avance de la obra clandestina” y que en muchos casos “las municipalidades no pueden afrontar esos casos por falta de recursos”,  y que por eso propusieron el acuerdo. Kane sostuvo que ese tipo de práctica perjudica a los trabajadores matriculados y que, además, no brinda una seguridad. “No sabemos si las estructuras están bien calculadas o si hay peligro de derrumbe”, agregó.

Las ordenanzas establecen que las construcciones deben tener un cartel  que indique el profesional que está a cargo. En el Colegio consideraron que si falta, es porque hay algo que está mal. Y gracias a esos anuncios detectaron ingenieros que no estaban habilitados para ejercer su función.

Hasta el momento la institución  colaboraba con la Municipalidad de Merlo en la comisión de Medio Ambiente y Planeamiento, y en San Luis en el área de Planeamiento. “Al primero que le ofrecimos el servicio fue a Villa Mercedes porque tiene un avance de obra clandestina que asusta. Es fácil darse cuenta porque a medida que hay más construcciones irregulares, baja la solicitud de visados de los profesionales. Nunca pudimos llegar a firmar el convenio luego de tanto intentos”, sostuvo Kane.

“Muchos nos comentan que contar con un profesional encarece la obra pero eso no es cierto porque más de uno conoce casos de personas que fueron por ese lado y al final les terminó saliendo más caro por los problemas estructurales que tuvieron”, explicó el presidente del Colegio sobre la importancia de cumplir con las normativas y contar con un profesional  que controle  la edificación.

Más de tres mil profesionales formaron parte del Colegio desde su origen en 1948. Antes la institución nucleaba a los arquitectos, los ingenieros y los agrimensores.