El entrenador Ramón Díaz vivió una jornada de especial emoción este domingo, cuando lloró una vez asegurada la goleada y posteriormente comentó lo que sentía.
En un momento del partido, su hijo Emiliano lo abrazó desde atrás y no pudo evitar las lágrimas, que conjuró a la hora de las declaraciones.
"Estoy muy contento por la gente, por los jugadores. Esto es el producto de un año que venimos trabajando", señaló.
También admitió: "Cuando volvés después de tanto tiempo es como que necesitás una satisfacción de estas, no solo para mí sino para jugadores, hinchas y toda la gente que trabaja conmigo".
Ante una consulta, comentó que el delantero Fernando Cavenaghi "tuvo que volver para ser campeón de nuevo".
NA.
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