Un equipo ecológico hogareño cuesta al menos 10 mil pesos

Los especialistas aseguran que colocar un equipo solar en la vivienda permite ahorrar dinero y mejorar la economía del hogar, además de cuidar el medio ambiente. En San Luis hay empresas que comercializan calefones que funcionan con la radiación del sol y sirven para calentar el agua o calefaccionar la vivienda. Estos aparatos, junto con su instalación, tienen un costo que oscila entre los diez mil y diecisiete mil pesos; mientras que los paneles fotovoltaicos, cuya función es producir energía, tienen un valor que arranca en veinte mil pesos y pueden llegar a los quince mil dólares.
“Lo que producimos son elementos para energía solar térmica. Son dos elementos que se combinan de distintas maneras: los colectores solares y los termotanques solares. Cuando se juntan se constituye un calefón solar. Acá los hemos instalado en unas cuatro escuelas, en Corrientes en ochenta y dos escuelas, en Tucumán en treinta y cinco, y en Salta veintidós. En Catamarca las colocamos en escuelas y salas de primeros auxilios. Además en un hospital en Santa Fe, en numerosas bodegas de Mendoza, en industrias y casas particulares. En San Luis la mayoría los hemos vendido para hogares familiares. De ese tipo ya tuvimos unas 500 instalaciones”, explicó Jorge Follari, uno de los dueños de la empresa puntana Innovar SRL, que se fundó en el 2002. “El factor fundamental por el que se acerca el cliente es económico, el equipo se paga con tres a cuatro años de consumo de gas. Hay gente a la que le gusta la onda verde y tiene una conciencia ecológica, pero son la minoría”, indicó.
El valor de los equipos depende del modelo y tamaño. “Las cubiertas que utilizamos son de policarbonato, no de vidrio, estos equipos no se rompen ni por la helada ni por la piedra, son de larga vida. El único mantenimiento necesario es el del policarbonato, que tiene una vida útil de diez años, pero nosotros preventivamente creemos que hay que cambiarlo cada ocho años. El costo es de aproximadamente cien pesos el metro cuadrado”, dijo.
“Ya hemos tenido los primeros pedidos y las primeras ventas. El rubro está funcionando bien, hay mucho interés. Aunque todavía es algo que el país tiene que aprender. Claramente es algo muy pionero, novedoso y vanguardista. Un desafío por un futuro más limpio”, comentó Margherita Salmaso, directora general de LV Energy, una empresa que fabrica paneles solares y se instaló hace muy poco en la provincia. Y comentó que el interés de los clientes tiene dos causas. “Del lado del cuidado de medio ambiente, es una opción que muchos buscan. Por otro lado la gente también entiende que la oportunidad de tener una fuente de generación de energía, ya sea grande o pequeña, en su propio hogar, oficina o negocio, es algo que genera beneficios a nivel económico”, expresó.
En un hogar común se puede instalar un panel con el que funcionarán todas las luminarias, televisores, computadoras, herramientas de trabajo como taladros, y también se puede llegar a suministrar energía a una heladera. Pero, según explicó, cuando hablamos de un hogar que tenga más confort, más electrodomésticos, dos o tres aires acondicionados, una heladera, y lavarropas, necesitará desde cuatro hasta doce paneles. El kit pequeño tiene un valor, con instalación incluida, de veinte mil pesos. En cambio, el equipo superior, que producirá tres kilowatts de potencia para la vivienda, y está compuesto de doce paneles solares, tiene un precio de unos quince mil dólares. “La vida útil de un panel es de treinta y cinco años”, dijo.
Ambos aparatos funcionan también cuando se esconde el sol, ya que posee una batería que almacena energía. “El calefón calienta cuando hay sol, tiene una reserva de agua que calienta más de lo que se usa en el día, por lo menos un 30 o 40% más, según el modelo. En el termotanque se acumula y se guarda el agua. Está claro que no todos los días sale el sol y a veces pasan semanas sin salir. Para esos días hay que usar otra fuente. Si ya hay instalado en la casa un calefón que sea a leña o eléctrico se combina con ese, si no se pone una resistencia y se lo convierte alternativamente en eléctrico de manera automática”, expresó Follari, quien aseguró que en un futuro la demanda de estos aparatos crecerá cada vez más.