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La genialidad de Carroll

Por redacción
| 28 de junio de 2014

En 1832 nació Charles Lutwidge Dodgson, Lewis Carroll, escritor británico, uno de los más grandes de la humanidad. Era hijo de un pastor protestante-anglicano. Utilizaba la literatura para enseñar lógica formal, rompiéndola, criticándola, mostrando cómo era. Por ejemplo, la lógica de un juicio, con el ejemplo del juicio a “Alicia”; la lógica de los tamaños. La lógica del tiempo, cuando tomaban el té a la cinco de la tarde y el tiempo no se movía, por lo que el “Conejo” del cuento tomaba té permanente.
Fue un genio de la lógica formal que además escribía cartas a sus admiradoras y a las chicas que fotografiaba. Primero era profesor de lógica, luego pastor anglicano y después fotógrafo. Incluso fue el primer fotógrafo artístico de la humanidad. Retrataba a niñas, niñas pequeñas, pero nunca chicos. Se cuidaba mucho de que sus padres no le fueran a decir nada.
Quedaron algunas cartas, que intercambiaba con las chicas, que son deliciosas. Sus cartas son tal vez superiores a los cuentos de “Alicia en el país de las Maravillas” y “Alicia a través del espejo”. En la primera edición de “Alicia”, que ahora debe valer millones, aparecieron los dibujos de Lewis Carroll. Después vinieron cientos y miles de ediciones de la historia, en todos los idiomas del mundo.
“Alicia en el país de las Maravillas”, su obra máxima, es la que más citas tiene en la literatura científica, sobre todo en la matemática. En el mundo de las ciencias duras es la obra con mayor cantidad de citas, mientras que en el mundo de las ciencias blandas es “El contrato social”, de Jean-Jacques Rousseau. Ambos son los autores más citados de la humanidad.
Carroll también fue casi humorista, tenía un humor sensacional. La historia de “Alicia” es la de dos hermanas que salen a pasear con un pariente. Iban en un barco en una travesía donde Carroll empezó a contar a las niñas una historia que al principio fue verbal y que duró algunas reuniones. Así, la fue contando por entregas, aunque después la escribió y le dio por nombre “Alicia” por la pequeña Alice Liddell, nombre de una de las nenas que escuchaba su historia.
Para saber lo que es un juicio justo, que ahora se podría citar en la FIFA, Lewis grafica el juicio que hace la Reina Roja, que en ese momento simboliza a la reina Victoria, en un enjuiciamiento absolutamente fuera de lugar, donde no hay derecho a defensa ni ninguno de los principios del derecho procesal. Todo aplicado deliberadamente por Lewis Carroll para demostrar lo que es un juicio fuera de la lógica deóntica, que sería la lógica jurídica o la lógica del derecho.
Aún se conservan fotografías tomadas por él, claro que son de colección, pertenecientes a un mundo que él exploró maravillosamente.
Escribió una carta a un profesor de Matemática sobre el número cero y con lógica formal lo destrozó, demostrando que el cero es la debilidad de las matemáticas desde el punto de vista de la epistemología. Carroll no puede resistir analizarlo pasando al cero al plano del álgebra y haciéndolo jugar con mucho humor, hasta que el cero fracasa.
Nació el 27 de enero de 1832 en Daresbury, Cheshire, Reino Unido y murió el 14 de enero de 1898, a los 66 años, en Guildford, Surrey, también en Reino Unido. Fue escritor, diácono, matemático, lógico y fotógrafo. Tuvo una niñez bastante infeliz, se decía que tartamudeaba, que tenía algunas enfermedades y una sordera precoz en un oído. Y que además tenía un trauma porque cuando escribía tenía tendencia a hacerlo con la mano izquierda y lo reprimían por eso.
Dijo Carroll: “Creo que por nada en este mundo volvería de nuevo a vivir los tres años que pasé allí (en el Rugby School)… Puedo decir, honestamente, que si hubiese estado a salvo de la molestia nocturna, la dureza de la vida diurna se me hubiera hecho, en comparación, muchísimo más soportable”. Nunca eso de la “molestia nocturna” fue interpretado, si era referencia a algún tipo de abuso sexual o qué era.
Su padre murió cuando él era muy chico. Era de una familia donde todos eran pastores o pertenecían al Ejército, una clase media, que al no ser de la nobleza no tenía muchas posibilidades. Muy temprano descubrió el arte de la fotografía. Hay una publicación sobre “Lewis Carroll, el fotógrafo” de Roger Taylor, donde documenta cada una de las fotografías que se han conservado de él. La niña que más veces le sirvió de modelo fue Alexandra Kitchin, conocida con el seudónimo de Xie, que era hija del deán de la catedral de Winchester. A ella la fotografió unas cincuenta veces, desde que tenía 4 años hasta que cumplió 16. En 1880 intentó fotografiarla en traje de baño, pero no lo dejaron. Dicen que si él fotografiaba alguna chica desnuda no conservaba la imagen, se la daba a la familia. Se lo criticó mucho por esa tendencia a fotografiar chicas desnudas.
Escribió muchas poesías y cuentos. La mayor parte de los escritos son humorísticos y en ocasiones satíricos. Tenía un alto nivel de autoexigencia. En julio de 1855 dijo Carroll: “No creo haber escrito todavía nada digno de una verdadera publicación, pero no desespero de hacerlo algún día”. Seguramente Borges leyó estas páginas y sentía admiración por lo que decía Lewis Carroll.
Escribió también mucho sobre geometría, sobre la cuadratura del círculo, del cifrado de mensajes, de álgebra, de aritmética electoral y votaciones  y lógica. También estudió las paradojas, ésa es otra influencia que ha tenido en nuestro querido Jorge Luis Borges. Analizó la paradoja de Aquiles y la tortuga.
Hay muchas especulaciones sobre si Dodgson consumía drogas psicoactivas, porque era tal su imaginación y las descripciones que hacía en "Alicia" que lo suponían, pero yo diría que no, tal vez porque me produce afecto su literatura y lo veo genial.
Dicen: “Aunque siempre se le consideró un soñador inofensivo, en 1896 el autor Richard Wallace no vaciló en acusarlo de haber sido el hombre que estaba oculto bajo el alias de Jack el Destripador. Las pretendidas pruebas que supuestamente le acusaban, eran frases crípticas contenidas en sus libros diecinueve años antes de la matanza de otoño de 1888. Según esta interpretación, el ya desequilibrado escritor, dejó allí pistas anticipando los crímenes que planeaba cometer”.
Lo importante es que la obra que dejó es absolutamente genial, su vida privada siempre se la van a criticar.

 


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