15°SAN LUIS - Lunes 29 de Abril de 2024

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No hacen falta muchos policías, sino buenos policías

Por redacción
| 13 de julio de 2014

A la página de Facebook del programa llegó el mensaje de un vecino, Marcelo, que dice: “Mi pésame a la familia de este chico que falleció. Hace unos días los vecinos del barrio 500 Viviendas pasamos una nota solicitando que nos pusieran en la entrada del barrio una casilla policial, como hay en el barrio UOCRA de La Punta, para que tengamos más seguridad. Todavía no tenemos respuestas”.
Esto está pasando y merece la preocupación de todos: del Gobierno, del Gobernador, del ministro de Seguridad, del jefe de Policía y de la Plana Mayor. Y también de los intendentes y comisionados municipales. Y del intendente de San Luis, de Villa Mercedes, de cada uno de los pueblos de la provincia, que deben saber que también la seguridad es su problema. Su comunidad debe vivir en un clima de seguridad y de paz. Lo que está sucediendo ha llegado ya a la gente humilde.
Y pasa un fenómeno que no podemos dejar de obviar: en San Luis también hay narcotráfico y droga. Están peleándose y está metida la Policía de la Provincia, están metidos en los territorios y lentamente se van involucrando, del lado contrario, en estos temas.
Hay una interna policial que nos preocupa. Porque es a veces por división de territorios para la corrupción, no es que un grupo se enoje con otro, o un jefe con otro, porque no siguió la correcta, o el incumplimiento fue porque no llegaron a una casa, o un barrio. Están por porciones, oscuras y negras, de la corrupción.
En los barrios se conoce a quiénes venden, quiénes manejan el negocio de la droga, embromando a nuestros chicos. La Policía sabe quiénes son. La ciudad de San Luis tiene,  llamémosle, “familias” metidas en esto y no son muchas. Todos saben quiénes son. ¿Qué hace la Policía? Nada. ¿Por qué no hace nada? Porque está involucrada o son muy inoperantes. No creo esto porque saben quiénes son. Y si hay alguna Policía honesta, que no quiere esto, no se nota.
Ésta es una enorme preocupación y debería ser de todos. Pero no, de esto no se habla y todos los días está sucediendo en los barrios de San Luis, de Villa Mercedes y en los pueblos. En todos. No se salva ni Juana Koslay, ni La Punta, ni Juan Llerena, ni Estancia Grande, ni El Trapiche. Todos los pueblos tienen problemas de seguridad porque la Policía no está haciendo las cosas bien y lo lamentable es que si esto se profundiza, después será muy difícil.
Es un momento en el que el nuevo jefe de Policía está lentamente perdiendo autoridad porque no metió el cuchillo hasta el fondo. Cuando se trata de corrupción hay que meter el cuchillo hasta el fondo, sino, no funciona.
Están en la Policía todos esos policías que le hicieron al Gobernador, y le hacían desde antes, esa toma de la Jefatura, donde rompieron la verticalidad. Son favorecidos porque después sacaron una porción de poder cuando lograron ascensos o reincorporaciones por presión. Esto no funciona.
Cuando yo era gobernador y estaba en una campaña presidencial fuera de San Luis, la Policía hizo una toma para favorecer a la oposición política dentro de la provincia. Tomó la Casa de Gobierno y el ministro de Gobierno, muy equivocado y que después renunció, hizo reincorporaciones, cedió al poder de la Policía y generó un grupo de personas a quienes nada les interesa la función policial, sino que pensaban con un enorme egoísmo.
Esto siguió con el gobernador Poggi, le tomaron también la Jefatura y se negoció mal. No hay que negociar con esta gente y ahora se profundiza cada vez más la interna. Por eso no van a los barrios, porque están cuidando a los pícaros, hay zonas liberadas y lentamente se empieza a profundizar la crisis.
Esto es dolorosísimo para quienes quieren a San Luis, que saben perfectamente que la Policía no puede tener este camino. Es el camino bajo el velo de internas policiales, el camino de la falta de disciplina, el camino de la lucha por el poder de la corrupción, la lucha por la amistad con los vendedores de droga, las zonas liberadas, el robo con zonas liberadas, el asalto a los domicilios en zonas liberadas, la no toma de las denuncias, las no llegadas a tiempo, las llegadas con sirena anunciando su arribo para que todos se vayan y no pase nada. Les dicen a los oficiales quienes son los autores del delito y el policía pone cara de nada. Mira y no dice nada, porque está protegiendo.
Esto está pasando en la provincia lamentablemente, con la indiferencia de los gobiernos provinciales y municipales. El tema es grave, después no se puede parar. Si los intendentes quieren sus lugares deberán hacer algo. También el intendente de San Luis, porque los barrios están muy mal con el tema de la inseguridad. Si alguien cree que esto beneficia en una futura elección, se equivocan. No deben pensar en la próxima elección, deben pensar en gobernar bien, es mucho más saludable para todos.
El tema de la inseguridad hay que tomarlo, aunque sea complicado y por ahí prefieran hablar de otra cosa. Cuando le preguntan al ministro dirá que está todo bien. Pero no, no está todo bien. Si a él le dan estadísticas, no debe creerlas porque la Policía no toma las denuncias, entonces las estadísticas se ven espectaculares. Son estadísticas mentirosas. Andan persiguiendo a los chicos y no a los delincuentes. No hay prevención, no hay presencia y le sobran los medios, tienen suficientes policías.
Da vergüenza nombrar algunos pueblos que tienen apenas 300 habitantes, o menos, y tienen más de 30 policías, hay un policía cada 10 habitantes. Es vergonzoso todo lo que están haciendo porque no hay un plan, no hay disciplina, no hay orden, se favorece la interna y se hacen los distraídos con la corrupción policial, que es enorme. Cuando se escucha un auto con sirena, es un delito que sucedió hace media hora. O están llevando una pizza para que al jefe no se le enfríe.
En el barrio 500 Viviendas, el del oyente, habían pedido los vecinos una casilla de la Policía. No hubo respuesta a su pedido para más seguridad. La comunidad se involucra a veces mal. La Policía debe funcionar como tal, si en el barrio están sucediendo delitos, hay que saber, decirlo y tenerlo en claro. No deben dar consejos para que pongan más medios, porque es darle a la corrupción la forma de cómo seguirá cometiendo delitos. A veces la Policía dice: “No tengo nafta, por eso no voy”. Es mentira.
Días pasados en el barrio Néstor Kirchner hubo un incidente tremendo entre dos chicos: uno le pidió el pegamento al otro para inhalar, el otro se lo negó, le pegó con una baldosa y le rompió la cabeza. Fue al Hospital de Día y le aconsejaron quedarse en observación, pero no quiso y se fue. El hospital no tiene atribuciones para obligarlo a quedarse. Se fue y se murió. Era una criatura, ¿qué estamos haciendo? Es ahora el tema de la droga el que hay que mirar. Hay que ponerse al lado de los chicos, no se los entreguemos a los narcos. La Policía le está entregando los chicos a los narcos. Es horrible eso. Si hasta quizá le pasan unos billetes. Esos tienen que irse de la Policía. Hay que llevarlos al Plan de Inclusión Social, a trabajar con los humildes, a ver cómo se sufre con los humildes y buscar trabajo como corresponde. En la Policía deben estar las personas buenas. No hacen falta muchos policías, sino buenos policías.
Están las cámaras de seguridad y hacen que no funcionen, piden más policías. Las cámaras hoy en el mundo solucionan los problemas. Hay algún pueblo por ahí, que conozco mucho, que tiene cámaras de seguridad y han hecho una especie de gueto donde, para entrar o salir, están mirando… y resulta que ha subido el índice de criminalidad como nunca. Y tiene una gran cantidad de policías, cámaras de seguridad, Policía municipal, Policía provincial y aumentan los delitos.
A la Policía le damos las armas para que nos cuide y no nos cuida. Una persona humilde va a trabajar todos los días, cumple con todo y cuando vuelve, cansadísimo a su casa, la encuentra desmantelada. ¿Se dan cuenta de lo que hacen a la gente humilde, al trabajador? ¿Y si se los hacen a ellos? A ellos no, porque están aliados con los pícaros.
Los intendentes deben involucrarse. En San Luis, nuestra querida San Luis, nunca pasó esto. No deben mirar a la próxima elección. En Villa Mercedes la interna policial es el velo que oculta la lucha por el territorio de la venta de la droga. Y en San Luis está pasando lo mismo.
El jefe de Policía debe hacerse cargo, no es una función para ir a los actos oficiales, tiene que visitar las comisarías. Todos los corruptos deben irse y que la Justicia no los ampare. La Justicia los ampara, llegan, presentan recursos y todo vale, vuelven a reincorporarlos. Todo el mundo debe respetar los reglamentos, no deben estirarse a conveniencia. Los reglamentos se aplican a favor del pueblo de San Luis.
Recomiendo a los policías, si es que han cumplido las instrucciones que alguna vez les dieron, que vean en cada comisaría el discurso que dio el padre Miranda, de Villa Mercedes, acerca del policía. Lo que piensa el pueblo, los hombres buenos, del policía. Se colocó en cada comisaría para que lo leyeran todos los días y sepan qué siente la gente con respecto a ellos.
En Villa Mercedes está grave la situación. Y están mal la ciudad de San Luis y los pueblos.

 


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