Soluciones bien democráticas ante la crisis

El gobernador Claudio Poggi recibe en su residencia oficial, en una reunión de trabajo, a cuarenta gremios, debido a la preocupación  por la inflación y el trabajo. También participan los diputados nacionales por San Luis y los senadores Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso.
Se reúnen por la crisis, por la inflación, por las repercusiones de la situación económico social nacional en la Provincia. Me parece muy bien, felicito la iniciativa.
Esas reuniones son importantes porque se recibe información de mano de los protagonistas y, para decidir, hay que estar informado. La clave de la decisión es estar informado. Uno desea que sea siempre correctamente.
Sucede que en el país hay una crisis económica que genera la inflación. La inflación es un castigo, un impuesto al trabajador, a los que menos tienen, a los que viven con un salario que nominalmente es el mismo, aunque cada vez alcanza menos para comprar.
Se nota cuando la gente no puede comprar con el mismo dinero lo que compraba antes. Supongamos que en el supermercado se llenaba un carrito con $200, ahora se necesitan 400, 600 o mil pesos para hacer la misma compra. Esto es inflación. Los precios suben por el ascensor y el salario sube por la escalera, entonces nunca el salario alcanza a los precios porque siempre va más rápido el ascensor. La vida es un ascensor de un edificio alto y cuando son 20 o 30 pisos el ascensor va muy rápido, mientras que en la escalera te cansás, no llegás.  Se hace muy difícil, esto es lo que sucede con la inflación.
La inflación castiga al más humilde y las repercusiones son también sobre el comercio. El comercio lo sufre porque hay menos consumo y la gente empieza a seleccionar. Una cosa suntuaria, como un electrodoméstico, una salida a un restorán, al cine, se empieza a suprimir. Entonces, en vez de comprar zapatos, compra comida. En vez de comprar lomo, compra asado y si no alcanza ni para el asado, compra carne molida. Va reduciendo. El comerciante que vendía lomo dejó de venderlo y quien vendía electrodomésticos tampoco vende. Y el del restorán, que estaba acostumbrado a que fueran y gastaran, dejó de recibir gente.  Todo se empieza a reducir y se generan cierres de comercios. Se generan problemas en la industria, en el pleno empleo, en el trabajo. La gente comienza a perder el trabajo. Comienza el “sálvense quien pueda”.
Hay que estar informados, son buenos los índices de la economía, es una lectura que hay que hacer. Y también escuchar a los protagonistas sociales, a los trabajadores y a los empresarios. Y también es bueno que estén los economistas, los políticos, que pueden ayudar a dar soluciones.
¿Cuál es un el error que suele cometerse? Cuando uno hace una reunión de éstas, generalmente son voces importantes, pero parciales. Y son voces subjetivas de la corporación. Si uno toma esa sola voz se corre el riesgo de tener una información corporativa y no una información, llamémosle, democrática, que comprenda todo el espectro de la población, de lo que está sucediendo. Es bueno que esté Adolfo en esa reunión, porque tiene mucha experiencia sobre las crisis.
Lo que suelen recomendar los empresarios es que el Gobierno aliente a los segmentos empresariales, con créditos, cosa que sería injusto que hiciera, porque el Gobierno tiene que atender a la generalidad. Los sindicatos pedirán que se reactive su parte y se olvidan del resto. Ahora empieza a haber problemas con los salarios, empiezan a caerse y crecen los índices de pobreza. Al salario, al mantenerse quieto, a veces lo invaden los índices de pobreza y eso no tiene que suceder.
La escuela de Administración de Gobierno que ya tiene San Luis, sabe que para estos casos hay que tener un Fondo Anticrisis. El Fondo tiene el problema que es limitado, es poco con respecto a la macroeconomía, pero ayuda y puede compensar situaciones, por un tiempo. El Fondo Anticrisis se puede mover en situaciones como éstas, algo que deberá evaluar el Gobernador llegado el momento. Mover el Fondo y jugar las finanzas del Estado, a que la gente no caiga en situaciones de pobreza.
Las crisis castigan la educación, la salud, el salario. Aumenta la pobreza y caen la educación y la salud. Esto es lo que no debe suceder. Hay que apostar a estos nichos: salud, educación y el pleno empleo. Con esto funcionando, arranca el comercio y no se cae. La industria, por lo menos en San Luis, tiene un pequeño ámbito de consumo.
Es bueno, ahora durante la crisis, saber que existen políticas anticrisis que son los acuerdos interprovinciales. Es una lástima que no esté el Nuevo Cuyo para tomar medidas en común. Ése es un mercado que nunca hemos trabajado porque hay una negación por parte de los gobernadores de San Juan, de Mendoza y de La Rioja de actuar en conjunto, y sobre todo con San Luis. Como el gobierno nacional nos discrimina, gobernadores adictos a él también nos discriminan. Sería bueno que el Gobernador de San Luis intentara una reunión también del Nuevo Cuyo para ver si se puede hacer una política en común frente a la crisis.
No está mal pensar en la crisis. Hay que evitar las medidas parciales, las medidas corporativas. Hay una tentación por el susurro que le hacen al oído a los gobernadores, algunos sindicatos que van a buscar por supuesto lo suyo, van a defender a los trabajadores de su sector. Hay que favorecer a todos los trabajadores y también a los de la administración pública, los jubilados, el Plan de Inclusión Social. El Fondo Anticiris debe reactivar el comercio con medidas generales. Tal vez ahora es una oportunidad para abrir el tema de la salud que está bastante cuestionada, mucha gente dice que no está funcionando bien, que faltan inversiones o insumos. Siempre antes de las elecciones aparecen estos problemas porque hay muchos pillos, dentro de la administración, que cuando aparecen los insumos creen que se los pueden llevar a su casa, generan problemas, hacen negocios personales y se los roban. Esto no puede ser, hay que evitarlo.
Frente a la crisis, si está, si existe, si es, una vez informada, hay que mover el Fondo para que el Gobierno actúe ante la crisis. Tal vez haya que pensar en un aumento salarial en la administración pública, pensar en el salario mínimo vital y móvil de los trabajadores de San Luis. Ya se ha hecho y constitucionalmente es correcto.
Los Derechos Humanos de la Constitución son un piso, no un techo, entonces, aunque el gobierno nacional tenga un salario mínimo, se puede poner uno más alto. Moviendo esto, puede mejorar. Hay que mirar el Plan de Inclusión Social y ver si no se puede abrir en algunos sectores, con mucha prudencia. Esto requiere prudencia, sabiduría y actuar en conjunto, escuchar y dar soluciones. Las debe dar el Gobernador, que es quien corresponde que conduzca a la Provincia.
Deseo que esté bien informado y que tome soluciones bien democráticas, amplias y que beneficien a todos los puntanos.