Un día de luz para Argentina

El país se conmovió con la noticia de que la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto recuperó su nieto. El nieto número 114 recuperado.
Dio una conferencia de prensa que esperaba el mundo. En su tema personal salió de una sombra enorme y encontró una luz. Esto fue muy hermoso y  se pudo ver en las imágenes, el país se emocionó. Más allá de la diferencia que puede haber entre su pensamiento político con respecto a los demás, todo el país se emocionó. Mostró mucha prudencia en cuidar a su nieto y diferenció su alegría personal del anhelo de continuar en la búsqueda, en esta lucha que tienen las Abuelas de Plaza de Mayo, a quienes acompaña el pueblo argentino. Una lucha de todos, de buscar la verdad y la justicia.
Fue todo muy emotivo y primera plana de todos los diarios argentinos. El mundo seguramente también se conmovió con esta hermosa información.
La jueza Servini de Cubría comunicó a Estela de Carlotto que un chico se había hecho un estudio de ADN en forma voluntaria y coincidió con el de su nieto, a quien ella buscaba desde hace 36 años.
Habló con la Presidente y todo partir de ahí fue una emoción enorme que se transmitió a todo el país. Estuvimos pendientes todos de la conferencia de prensa que dio en la sede de Abuelas, rodeada de nietos recuperados y quienes luchan por la justicia y la verdad. Se mostró serena, luminosa, prudente y perseverante en su lucha. Se la vio agradecida y emocionada. Un día de luz para Argentina.
El chico sentía dudas sobre su identidad. Es músico, está muy ligado a la cultura y vive en la provincia de Buenos Aires, en el campo. Empezó a sentir dudas, se hizo preguntas. Tuvo una entrevista con las Abuelas, seguramente ya se conocerán todos los detalles de cómo surgió en él la duda. Se hizo el análisis de ADN y dio 99,9% de posibilidad de positivo, lo que la ciencia reconoce como de certeza y verdad, de que era el nieto de la señora Estela de Carlotto.
Laura, su mamá, lo tuvo en sus brazos sólo cinco horas. Después los dictadores le arrancaron al bebé y desde ese entonces la abuela estuvo en su búsqueda y anhelando encontrarlo.
Estela se enteró de que era abuela, porque una compañera que estuvo con Laura en la cárcel se lo contó, que la asistió y la ayudó en el parto. Contó que lo tuvo cinco horas y que le puso por nombre Guido. El chico tiene otro nombre ahora, pero el que le puso la mamá era Guido. Ella buscaba a Guido y encontró a Guido.
Ahora hay un proceso, hay un shock que significa todo esto y debe reconstruirse. Por eso, hay que ponerle mucho afecto, cariño y comprensión de todos quienes somos ajenos y espectadores y que estamos maravillados por lo que significan la vida, la libertad, las luchas, la verdad.
El martes a la noche estuvo la diputada Donda, a quien le tengo una mezcla de simpatía y antipatía porque tiene actitudes muy juveniles en el mundo de la política y a veces ha dicho cosas imprudentes. Ayer me asombró positivamente porque hablaron de su caso, que es parecido al de Guido. Victoria Donda tenía otro nombre y se enteró que su mamá le había querido poner Victoria. Ella se lo cambió y contó su experiencia. Realmente fue emocionante. Se manejó con mucha prudencia y afecto. Me emocionó también escuchar esto y la forma como se están llevando a cabo estas luchas, con la humanidad, con el camino por la justicia,  en lo que se refiere a la violación de los derechos humanos y la humanidad para que los chicos conozcan la verdad.
Un día de la Argentina donde sentimos un poco de paz, de luz y mucha emoción.
Un abrazo para la señora Estela de Carlotto, luchadora, abuela de Plaza de Mayo. Y para Guido.