El mundo de Mafalda

En 1964 la revista "Primera plana" comienza a publicar una nueva tira cómica del humorista y dibujante Quino: Mafalda, que ayer cumplió años.
Tenía sus amigos: Felipe, que es el más grande del grupo; Manolito, el hijo del almacenero;  Susanita, la de la clase media; Miguelito; Libertad; Guille, que es hermanito de Mafalda, es rebelde e ingenuo y sus papás.
¿Por qué a Mafalda no le gustaba la sopa? No la haría con mucho cariño la madre, porque la sopa es rica.
Una de las cosas más destacadas del personaje es su cintura política.
El desembarco en Vietnam, la Noche de los Bastones Largos y la fuga de cerebros, la amenaza a China, Fidel, la Guerra Fría... Mafalda se dibujaba mientras el mundo cambiaba al compás de estos sucesos.
Las referencias políticas en la tira, sin embargo, y según Quino, "siempre fueron más bien de una política de la condición humana, no de ciertos regímenes".
Más o menos era un paralelo: hablaba de la condición humana, pero nunca se metió en política. Miraba la condición humana desde los ojos de una niña.
A veces miraba el mapamundi y le buscaba la vuelta y mostraba que el mundo estaba bastante loco. A veces le ponía paños de agua fría, siempre hablaba de alguna manera del mapamundi, mostrando además a la clase media argentina, y sobre todo porteña, que se subía en un autito chiquito e iba a veranear a Mar del Plata.
Algunas de sus frases fueron: "A medio mundo le gustan los perros; y hasta el día de hoy nadie saber qué quiere decir guau”, "¿Y si apeláramos a la sensatez y dejáramos la cosa para otro día? Digo… para evitar un inútil derramamiento de ceros", “¿Por dónde hay que empujar este país para llevarlo adelante?”; y en plena guerra de Vietnam dijo: “El mundo está mal, le duele el Asia”.