Cuando los policías de la Comisaría 12ª iniciaron las averiguaciones, ni Claudia ni Gastón quisieron intervenir. Los padres de Franco Nicolás Sárate querían que los investigadores llegaran a los jóvenes que casi acaban con la vida de su hijo porque no quiso darles el cigarrillo que tenía en la boca, cuando pasaba por la calle con unos amigos. Pero ayer, cuando fueron a hablar con el juez, toda esa fe que les tenían a los policías se les terminó de esfumar. “El juez (Alfredo) Cuello nos dijo que les iba a sacar la causa a los de la Comisaría 12ª, porque no habían hecho bien las cosas. Y que, por eso, a partir del viernes él se iba a hacer cargo de la investigación. O sea, todo vuelve a foja cero cuando los cuatro agresores que atacaron a mi hijo están debidamente identificados. ¿Entonces, qué esperan?”, reprochó la mujer.
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